En el momento del terremoto del 24 de agosto los propietarios de "Romeo" dormían en el segundo piso de su vivienda, mientras que el perro, un Golden Retriever, se encontraba en el primer piso.
La pareja se salvó del derrumbe pero no logró encontrar a "Romeo", que fue buscado por horas. Volvieron a su casa para recuperar algunos objetos junto a otras personas que habían sido evacuadas de la zona.
Cuando llegaron a pocos metros de la casa "Romeo" comenzó a ladrar y a lamentarse, probablemente tras haber oído las voces de sus dueños. Un grupo de bomberos de la ciudad de La Spezia comenzó a extraer los escombros siguiendo precisamente la pista de esos lamentos.
'Romeo" fue encontrado poco después. Increíblemente sus condiciones eran buenas: lo que ocurrió, precisaron los bomberos, fue que el animal logró mantenerse vivo en un espacio entre los escombros.
El perro estuvo diez días sin comer ni beber: lo primero que hizo apenas salió a la luz del día fue tomar agua. Sus condiciones eran buenas, hecho por lo cual los socorristas dejaron que se fuera con sus dueños.
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