Lula le pidió a Macron que "abriera su corazón" y "pensara" en los países de América del sur que son "pobres y pequeños". "Bueno, no pensó", aseguró el presidente de Brasil.
El presidente de Brasil, Lula da Silva, insinuó que su par francés, Emmanuel Macron, será responsable si la Unión Europea (UE) y el Mercosur no pueden cerrar su acuerdo de libre comercio, luego de que el líder europeo afirmara que se opone al pacto.
Lula, que se reunió con Macrón en Dubai en el marco de la conferencia de cambio climático COP28, dijo a periodistas que conocía los reparos del presidente francés al acuerdo y quería convencerlo de cambiar de postura.
Luego de la reunión, Macron, cuyo país fue siempre el más reacio al acuerdo de la UE, señaló a la prensa que estaba en contra del acuerdo porque no era bueno para nadie, se negoció hace mucho tiempo y "no toma en cuenta la biodiversidad y el clima" y solo desmantela aranceles.
Lula contó que en su reunión con Macron le pidió que "abriera el corazón" y pensara que los países de América del Sur y el Mercosur son "países pobres, países pequeños". "Bueno, no pensó", declaró Lula sobre Macron.
"Si no tuviéramos acuerdo, paciencia. No es por falta de voluntad. Lo único que tiene que quedar claro es que no digan más que es por culpa de Brasil o por culpa de América del Sur", señaló. "Si no hay acuerdo, por lo menos va a ser evidente de quién es la culpa", insistió.
El acuerdo entre la UE y el Mercosur, el bloque que integran Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay, fue sellado en 2019 tras 20 años de arduas negociaciones.
Sin embargo, no fue ratificado debido a las preocupaciones del bloque europeo sobre las políticas ambientales, especialmente de Brasil durante la presidencia de Jair Bolsonaro, que impulsó la deforestación de la Amazonia para favorecer al agronegocio.
En marzo, la UE presentó un instrumento adicional al Mercosur en el que incorporó una serie de exigencias ambientales que podrían perjudicar la exportación de determinados productos de la región, por lo que se encontró con la resistencia de algunos países.
Este punto fue considerado por Lula, cuyo país ejerce la presidencia temporal del Mercosur hasta el 7 de diciembre, como una "amenaza", pese a manifestar su intención de cerrar el pacto.
El Mercosur, por su parte, entregó su contraoferta formal a principios de septiembre, tras lo cual la UE dijo que sigue empeñada en cerrar un acuerdo comercial.
En Francia, en particular, el acuerdo genera fuertes reticencias en el poderoso sector agrícola, que teme que el Gobierno tenga que rebajar o eliminar subsidios a sus exportaciones, para evitar una competencia desleal con las exportaciones del Mercosur.
Macron anunció que en marzo de 2024 viajará a Brasil para discutir la cuestión y prodigó elogios a Lula de "visionario" y "valiente" por su política ambiental, pero el presidente brasileño estuvo lejos de mostrarse impresionado.
"Asuman la responsabilidad de que los países ricos no quieren hacer un acuerdo por la perspectiva de tener que hacer concesiones, ¿entienden?...y siempre ganar más", dijo.
"Nosotros no estamos colonizados. Somos independientes. Solo queremos ser tratados con el respeto de países independientes que tienen cosas para vender, y las cosas que tenemos para vender tienen precio. Lo que nosotros queremos es un cierto equilibrio", agregó.
Lula dijo que el tema será discutido por los líderes del Mercosur en una cumbre el 7 de diciembre en Río de Janeiro.
En esa cumbre, Brasil le entregará la presidencia rotativa del bloque a Paraguay, un país que manifestó que las negociaciones con el bloque europeo no serán prioridad durante su mandato.
Antes de regresar a Brasil, Lula tiene previsto visitar Alemania, la primera economía de la UE, cuyo Gobierno y empresariado, a diferencia de Francia, se han manifestado a favor de un pronto cierre del acuerdo con el Mercosur.
El empresariado alemán urgió a una rápida puesta en vigor del acuerdo de libre comercio entre la comunidad económica sudamericana Mercosur y la Unión Europea (UE), antes de que el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, llegase a Alemania y en medio de tensiones con Francia por la oposición del presidente Emmanuel Macron al acuerdo.
El presidente de la Iniciativa Latinoamericana de la Empresa Alemana (LAI), Ingo Kramer, dijo en Berlín que muchas empresas esperaban que las reuniones que Lula tiene previsto celebrar con autoridades alemanas llegasen a una "conclusión positiva" para el acuerdo.
"Muchas empresas esperan que la reunión entre los dos jefes de Estado y de Gobierno y sus ministros de Economía lleve pronto a una conclusión positiva las negociaciones finales sobre el acuerdo UE-Mercosur", dijo Kramer, informó la agencia de noticias alemana DPA.
"Necesitamos el acuerdo antes de finales de año. De lo contrario, corremos el riesgo de que se convierta en una historia interminable", advirtió, en vísperas del previsto Foro Económico Germano-Brasileño en Berlín, que contará con la presencia del presidente brasileño y del jefe del Gobierno alemán, canciller Olaf Scholz.
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