La muerte de Hugo Chávez abre un nuevo escenario en Venezuela, más allá de que eran pocos los optimistas que creían en una recuperación del líder caribeño. En ese sentido, Nicolás Maduro, Diosdado Cabello y Henrique Capriles asoman como los tres nombres claves frente a esta nueva realidad.
La mayoría de los analistas coinciden en dos cosas: por un lado, que Maduro es el candidato natural en la línea de sucesión y que hoy por hoy Capriles no tendría posibilidades de vencerlo en las urnas; por el otro, que el primero y Cabello protagonizarán una áspera interna para dirimir al próximo presidente de Venezuela.
Precisamente Cabello, en calidad de presidente de la Asamblea Nacional, será quien asuma oficialmente el cargo en reemplazo de Chávez y quien deberá realizar el llamado formal a elecciones, que según la Constitución debería ser dentro de los próximos 30 días.
Fundador y militante del Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv), de formación militar y graduado en ingeniería, Cabello (cumplirá 50 años en abril) no es lo que se dice un hombre del riñón de la revolución. Más bien se trata de un nacionalista cuyo principal interés radica en explotar los recursos naturales de Venezuela, prescindiendo de la "línea directa" que su país, bajo el mandato de Chávez, tuvo siempre con Cuba.
De hecho se lo tilda de "anticubano" y, según trascendidos, ha llegado a coquetear con Washington en las últimas semanas para bajar la tensión que existe entre los Estados Unidos y Venezuela, siempre pensando en un futuro inmediato.
El vicepresidente Maduro es más bien todo lo contrario. En sus encendidas alocuciones se lo vio tan enérgico como a Chávez, quien lo eligió como su sucesor. Delfín del comandante, en los últimos meses encabezó la inauguración de obras gubernamentales, entrega de viviendas, visita de fábricas socialistas, entre otros eventos.
Tiene 50 años y una marcada afinidad con La Habana, pese a que a menudo es visto como la parte "menos radical y menos ideológica" del gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).
Tras la recaída de su enfermedad en junio de 2011, Chávez comentó: "Si se presentara alguna circunstancia sobrevenida (...) Nicolás Maduro no sólo debe concluir el período, sino que mi opinión firme, irrevocable, absoluta y total es que en ese escenario, que obligaría a convocar a elecciones presidenciales, como lo manda la Constitución, ustedes elijan a Nicolás Maduro como presidente de la república. Yo se los pido de corazón".
Capriles, en tanto, tiene el desafío de rearmar a la oposición, desarticulada tras la derrota en las elecciones del año pasado, donde Chávez corrió serios riesgos de ser reelecto. Visto como uno de los referentes llamados a renovar la política venezolana, a los 40 años su carrera recién comienza.
Actual gobernador del estado de Miranda, destaca por su carisma y sus buenas relaciones con los Estados Unidos, así como también por su fuerte anclaje en el voto femenino. Pasó cuatro meses en la cárcel por los ataques a la Embajada de Cuba en Caracas, tras el golpe de Estado fallido contra Chávez en 2002.
Este abogado soltero, creyente y "fiel seguidor de la Virgen" es uno de los más críticos del actual gobierno. Educación, inseguridad y violencia son las palabras más comunes de su repertorio. Frente al luto que envuelve a Venezuela por estas horas, se le abre una posibilidad concreta de ocupar el cargo que siempre soñó.
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