"Los españoles sabemos que las políticas neoliberales no funcionan", respondió Sánchez, instando a un mayor papel del Estado a la hora de garantizar el bienestar económico y social.
El primer ministro español, Pedro Sánchez, brindó su discurso en Davos, dónde articulo su visión de una Europa unificada y contrapuso su discurso al de Javier Milei. Sánchez pidió a las grandes empresas que se impliquen para "luchar contra la involución que representa la ola reaccionaria que recorre el mundo".
"Los españoles sabemos que las políticas neoliberales no funcionan", respondió Sánchez, instando a un mayor papel del Estado a la hora de garantizar el bienestar económico y social.
"No compren los únicos postulados liberales que retratan al Estado como una entidad puramente extractiva", añadió el presidente del Gobierno español.
Sánchez enfatizó que la creación de riqueza depende de los pilares de la democracia, el orden internacional y el Estado de bienestar, advirtiendo contra postulados puramente liberales.
El líder del Ejecutivo se ha mostrado contundente contra las recetas neoliberales y ha puesto como ejemplo las medidas tomadas por su Gobierno estos cuatro años.
Sánchez ha estructurado su discurso en alertar sobre tres grandes riesgos globales. Uno de ellos, "garantizar la prosperidad de nuestros ciudadanos". En este punto ha destacado que la extrema derecha está en auge y que los regímenes autocráticos proliferan en Occidente y en otras regiones del mundo. "Esta terrible tendencia no es más que un síntoma de problemas más profundos", ha señalado.
Para el presidente del Gobierno, se está produciendo "la erosión de las clases medias y trabajadoras". "Las mismas clases medias y trabajadoras que no siempre se han beneficiado de las transformaciones económicas de las últimas décadas. Las que sufrieron durante las crisis financieras de 2008 y 2012. Y que ahora se angustian ante un futuro marcado por la incertidumbre mientras siguen perdiendo poder adquisitivo", ha destacado.
El líder socialista ha sacado pecho de las medidas desarrolladas en España, que tienen una línea común: "Hemos demostrado que la competitividad económica y la prosperidad de los ciudadanos no son incompatibles". Políticas que, según Sánchez, dijeron que eran "imposibles o temerarias". "Hoy, los españoles saben que las políticas neoliberales no funcionan. Que la opción de reducir el tamaño del sector público y dejar solos a los ciudadanos y a las pequeñas empresas cuando surgen los problemas no tiene sentido", ha afirmado.
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