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Un veterano integrante de la Marina extravió la billetera en la isla de Ross, en la Antártida, y más de medio siglo después la recuperó intacta.
Este hecho, de tintes cinematográficos, tiene como protagonista central a Paul Grisham, un meteorólogo de la Marina de Estados Unidos, que hoy acusa 91 años.
El meteorólogo viajó a la Antártida y permaneció allí entre octubre de 1967 y noviembre de 1968. En esta travesía se instaló en la remota isla de Ross, donde se ubicaba una base científica.
Más de medio siglo después, durante la destrucción de esta base, se encontraron con la billetera en cuestión que estaba escondida atrás de un ropero.
Dentro de la billetera estaba la tarjeta de identidad de la Marina, su permiso de conducir, y consignas en caso de un ataque biológico o químico.
Además, la billetera hallada en la Antártida tenía un ticket de racionamiento para conseguir cerveza.
No es la primera vez que el grupo encontraba un objeto perdido. El antecedente más concreto es de uno de los empleados del encargo del desmantelamiento de la base que se había topado con la pulsera de un marino en una tienda.
Esa pulsera pudo volver a manos de su dueño. Con este antecedente positivo y con la ayuda de su hija, llamaron a una fundación para veteranos, quienes se contactaron con la Asociación del Servicio Meteorológico Naval de la que Paul Grisham era miembro.
La historia tuvo un final feliz y hace unos días la billetera regresó a manos de su viejo dueño.
El viejo integrante de la Marina, en diálogo con el diario local The San Diego Union-Tribune aseguró, que no recordaba haber extraviado esa billetera.
A pesar de que la memoria le jugó una mala pasada, se topó nuevamente con un objeto de su pasado y cargado de historia de la Marina de su país.
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