Los últimos datos indican que la lava cubre ya más de 941,5 hectáreas de terreno, según el programa europeo Copernicus, y el número de evacuados supera las 7.000 personas.
Los científicos vigilan sobre todo esta colada, la número tres, y esperan que se acabe sumando a la colada primigenia y se dirija hacia el mar. Mientras la colada siete, la más próxima al mar, ha seguido avanzando y se encuentra a unos 84 metros del océano.
Se mantiene la preocupación por la calidad del aire en la zona más próxima al volcán. Las altas tasas de emisión de dióxido de azufre (15.000 toneladas según la última medición), indican que el final del volcán no está próximo, mientras la lava fluye hacia el oeste sobre las coladas primigenias.
La Palma sigue registrando cada día decenas de terremotos, el mayor seísmo desde que comenzó esta crisis volcánica ha alcanzado una magnitud 4,9 e intensidad IV (sobre un máximo de XII), fue ampliamente sentido en toda La Palma y se produjo el pasado fin de semana.
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