Almirante Brown, de frente a otro clásico

Atenuar el dolor es la premisa en Casanova, pero si la historia la escribe una derrota, entonces, habrá más molestia e incertidumbre. ¿Por qué? Por la imagen empobrecida que dejó el equipo de Rodrigo Alonso en Mataderos, el pasado domingo.

La derrota 0-1 se consumó a partir de la escasez de ideas a la hora de tener la pelota. De hecho prácticamente no remató al arco verdinegro durante 90 minutos de juego. Y de no haber sido por la actuación del Mono Martínez, lejos el jugador más destacado del Mirasol en lo que va del campeonato, el marcador hubiese sido más holgado. Por ello, se instala la sospecha de un estadio con un clima dudoso y con pronóstico de posibles tormentas.

Ya si el invicto de cuatro partidos que ostentaba, Almirante –llegó a Mataderos con un triunfo y tres empates, y sin recibir goles- necesita cambiar radicalmente la foto del pasado domingo. Porque es local, porque tendrá a su gente a su lado, pero que puede convertirse en un boomerang si repite lo hecho –o todo lo que no hizo- ante Chicago.

Todo dependerá de Almirante Brown, en cuyo equipo se avizoran cambios para buscar los tres puntos ante el Gallo y curar ese dolor que se trajo de Mataderos.