La Matanza |
El fútbol se ha convertido en un idioma universal que pone a uno contra otro, pero que entrega comunes denominadores para que la pelota vaya de Norte a Sur y desde Occidente a Oriente.
Cada vez aparecen nuevas plazas para las grandes estrellas pero, al mismo tiempo, allí se trabaja para estar cerca de los encumbrados del mundo. China ha tomado la iniciativa y, por caso, recibió a Carlos Tevez y su calidad. Pero también se apunta a la formación. Y allí asoma un matancero que va escribiendo su historia en el distrito de Kundulum, en el norte de aquel país, en la frontera con Mongolia y a 650 kilómetro de la capital, Beijing. Se trata de César Alberto Laino, quien dos meses atrás dejó su tarea en las inferiores de Liniers y Unión de Leones, club del barrio 17 de Marzo de Isidro Casanova, para armar las valijas y volar a Asia, en donde trabaja como formador de futuros Messi.
“Llegué en marzo y el trabajo consiste en seleccionar y formar jugadores. Acá no hay divisiones inferiores, pero se empezó con esto a partir de la decisión del presidente de China, un fanático de fútbol, quien impulsó la materia en todos los niveles de educación. Y a raíz de eso se fijó en Argentina como posibles formadores”, explica el protagonista a kilómetros de distancia, y agrega: “Así es que apareció la chance de estar acá con este grupo de 12 personas. Se trata de la empresa International Maradona Football Club, que maneja los derechos de Maradona en China. Ellos me seleccionaron para trabajar luego de que presentara un proyecto. Aquí me dan casa, comida, además del sueldo y pasajes. Me facilitaron todo, aunque es difícil por estar alejado de la familia, ya que nosotros teníamos una vida en Buenos Aires con mi señora Nadia y nuestra beba, Ciara Antonella”.
Laino, de 42 años, nació en Capital pero a los 4 años se afincó en González Catán. Allí creció y vivió hasta sus 25 años. “La idea es trabajar y sostenerme, no vengo a cumplir contrato de un año. Quiero finalizar un contrato a largo plazo, porque el proyecto es de diez años”, cuenta el hombre, quien lleva 8 años de carrera como técnico de juveniles y en el Ascenso. “Soy formador de jugadores y como DT mi deseo era llegar a Primera pero surgió esta chance y no lo dudé. Quería despegar y cualquier chance del exterior la hubiera agarrado, pero no imaginaba China”, se explaya y añade: “Europa es la elite y ahora estoy más cerca. Pero mi objetivo es dirigir la selección Sub-15 o Sub-17. Y por eso trabajo duro cada día”.
