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Familiares y amigos de Carlos Olivera se movilizaron hasta la Comisaría 1era. de Tres de Febrero y exigieron justicia por el sangriento crimen. La policía reveló que detuvo en Fuerte Apache a dos sospechosos de haber cometido el crimen e incautó el arma que habrían utilizado.
Carlos Alberto Olivera es el nombre de un vecino de Caseros que fue asesinado a balazos por motochorros en un intento de asalto. Por el caso, cientos de personas realizaron una marcha exigiendo justicia para la víctima, cuyo crimen derivó en la detención de dos sospechosos, pero también por mayor seguridad en todo Tres de Febrero.
La concentración de los vecinos se llevó a cabo el sábado pasado y marcharon por las calles de Caseros para pedir Justicia. “Esta jornada se realiza en la memoria de Carlos Alberto Olivera, asesinado por motochorros”, se manifestó en la convocatoria, viralizada a través de las redes sociales.
Lo cierto es que familiares y amigos de la víctima, se reunieron cerca de las 17 en las calles Puán y Spandonari para luego dirigirse hasta la Comisaría 1ra. de Caseros, ubicada en San Jorge 2631.
Carlos Olivera, de tan solo 21 años, fue asesinado en Cafferata al 5000, casi en la intersección con General Hornos, cuando fue sorprendido por dos delincuentes, que circulaban en una moto, quienes le quisieron robar su celular.
Se supone, de acuerdo a los informes brindados por fuentes de la investigación, que al resistirse le pegaron un tiro que le impactó en la espalda y le perforó el pulmón.
Días más tarde y tras un allanamiento realizado en el barrio Ejército de los Andes (Fuerte Apache), efectivos policiales detuvieron a dos jóvenes, de 18 y 21 años, sospechosos de haber asesinado a Olivera.
Tras el procedimiento, llevado a cabo en 4to piso de la torre B del Nudo 10, la policía incautó un arma de fuego calibre 32 con un proyectil intacto, que resulta compatible con el utilizado en el crimen.
En la marcha en Caseros se sumaron los testimonios de los participantes. “Sólo queremos justicia para una familia destrozada”, aseguró Daiana, prima de Carlos Olivera. Por su parte, Laura, una vecina, afirmó: “Qué desastre que está todo, por Dios. Esa zona está terrible de robos”.
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