El escándalo protagonizado por el renunciado jefe de Gabinete bonaerense Martín Insaurralde sobrevoló el debate de los candidatos presidenciales y por lo menos en dos oportunidades, primero por Miriam Bregman y luego por Patricia Bullrich, fue utilizado para criticar a Sergio Massa.
"Quien primero lo planteó, porque ese era el orden del debate, fue Miriam Bregman que fue directo al tema, además juntándolo con el tema de "Chocolate" Rigau en la Legislatura de la Provincia", señaló el analista político Gustavo Marangoni. En diálogo con este diario Marangoni indicó que el tema estuvo presente, como era previsible, por la fuerte trascendencia que adquirió en medio de la campaña electoral y que involucra tanto a la candidatura de Massa como a la de Axel Kicillof, que aspira a renovar su mandato como gobernador de la provincia.
"Patricia Bullrich lo utilizó también como una forma de réplica cuando Massa proponía una dureza penal para los corruptos y los que evadan cuando le dijo 'bueno, empezá por Insaurralde'", precisó. Según el analista "la estructura del debate no necesariamente obliga al aludido a tener que responder puntualmente por este mecanismo que han optado del derecho a réplica, así que Massa no se ha visto, por lo menos hasta aquí, en la necesidad de tener que recoger el guante directa o indirectamente para encarar el tema, así que lo ha ignorado".
En lo que refiere al debate en general, Marangoni explicó que "lo que vemos es un Javier Milei que está entre una zona de un tono docente, con sus anteojos, guiándose mucho por la lectura, pero que ha ido cobrando énfasis alrededor de sus históricas banderas".
En cuanto a Massa, el especialista señaló que "conservó un estatus, si se quiere, más presidenciable. Miriam Bregman se presentó con el discurso más característico de la izquierda y Juan Schiaretti intervino permanentemente convocando al tema de Córdoba".
"Y Patricia Bullrich -agregó- recurrió al tuteo para encararlo frontalmente, tanto a Massa como a Milei, diciéndole, 'lo que vos no hiciste que como ministro, ¿por qué lo vas a poder hacer como presidente'".
"Utilizando un tono más campechano y encarando de entrada determinadas cosas, su primera palabra fue anunciar que va a acabar con el kirchnerismo, que es un clásico", señaló.
"En resumen, durante el debate se plantearon varios temas, entre ellos el caso de Insaurralde, pero Massa no respondió a las acusaciones. Milei adoptó un tono docente, Massa mantuvo su imagen presidenciable, Bregman defendió las posturas de izquierda, Schiaretti habló sobre Córdoba y Bullrich adoptó un tono directo y campechano", sintetizó Marangoni.