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Durante esta semana, un sujeto armado ingresó al Centro de Atención Veterinaria Integral y robó la recaudación del día. Un flagelo que crece en AMBA.
"Busco algo para trasladar un animalito", preguntó simulando ser un ocasional cliente, pero de inmediato, extrajo un arma de fuego y les dijo a las tres empleadas: "Quédense quietas porque esto es un robo, dame toda la plata". El asalto a una veterinaria a plena luz del día y en una zona comercial del barrio de Caballito, quedó filmado por una cámara de seguridad y finalizó cuando una de las jóvenes escapó corriendo, logró que el ladrón fugara, llevándose el dinero de la caja y tres teléfonos celulares. Este robo pone sobre el tapete el creciente número de atracos a comercios en el AMBA. Según una ONG, se registran 11 mil hechos delictivos por día.
Todo sucedió el último martes, a las 16.45, en el Centro de Atención Veterinaria Integral (CAVI), ubicado en la avenida Juan Bautista Alberdi, casi José María Moreno, cuando este sujeto ingresó y luego de unos segundos en los que formuló una consulta, pasó del otro lado del mostrador, le apuntó a las tres empleadas de la recepción y de inmediato, sustrajo el dinero de la caja, los celulares de las víctimas y en momentos en que las obligó a dirigirse "al fondo", se produjo el particular desenlace.
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Tal como se observó en las imágenes, una de las jóvenes reaccionó escapando y al correr, luego de atravesar la puerta vidriada, cayó sobre la vereda, al mismo tiempo que el asaltante, que actuó a cara descubierta y con "mucha serenidad", huyó rápidamente en dirección a la calle Beauchef, donde se perdió su rastro.
A pesar de la inmediata denuncia de lo sucedido, personal de la Policía de la Ciudad no pudo dar con el ladrón, al que ahora se busca identificar, tanto en las imágenes de las cámaras de seguridad de la veterinaria, como las de los domos de la vía pública. La causa, caratulada como "robo agravado por el uso de arma de fuego", quedó radicada ante la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional Número 47, donde ya declararon los testigos del hecho, tanto las empleadas que fueron amenazadas por este sujeto, como los profesionales que atendían y a los clientes que se encontraban en la sala.
Gabriel Tancredi, el encargado de CAVI, contó que "las empleadas quedaron muy asustadas, por suerte, ninguna sufrió heridas, aunque a una de ellas, le pegó un culatazo en la espalda y a la que corrió hacia la calle para escapar del robo, se lastimó en la caída". De acuerdo a lo revelado en la investigación del caso, a cargo del fiscal Marcelo Solimene, el ladrón sustrajo tres teléfonos celulares (uno de ellos perteneciente al comercio y a los otros, los particulares de las empleadas) y una suma de dinero, producto de la recaudación del día.
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