Los juegos sexuales se practican para incrementar el placer en las relaciones íntimas, sin embargo algunos representan un verdadero peligro. Tal como se sospecha en el crimen de la adolescente de San Martín, una hipótesis apunta a una práctica oscura denominada “bondage” en el circuito del sexo sadomasoquista. El significado de “bondage” es, justamente, “maniatar”, y llevado al terreno del sexo, es la práctica que consiste en atar al compañero sexual, para satisfacer el placer que en teoría le da la inmovilización a muchas personas, tanto para la que está atada, como para la que realiza las ataduras.
Una de las prácticas más peligrosas es aquella donde un integrante de la pareja causa asfixia al otro, mediante sogas, pañuelos o cualquier elemento que genere presión en el cuello. Así, aseguran los seguidores, la falta de oxigenación en el cerebro aumentaría la intensidad de los orgasmos.
Los manuales de estas prácticas sostiene que se puede llevar a cabo desnudo o vestido, ya que no siempre este juego tiene como finalidad la penetración o el contacto físico. Lo cierto es que es un juego de dominación-sumisión.
Las personas que practican el bondage, recurren a varias técnicas para inmovilizar a otras. La más común de todas, es a través de cuerdas y esposas, pero existen otras variantes como, por ejemplo, a través de la inmovilización utilizando un yeso, algo ciertamente curioso, que ya se puede enmarcar también, dentro del terreno de las parafilias.
Los más expertos en esta práctica, llegan a hacer del bondage todo un arte, en donde realizan todo tipo de sofisticadas ataduras en casi todo el cuerpo. En los sex shops, se pueden adquirir todo tipo de ataduras para bondage, pero las más comunes son las cuerdas especiales, que deben ser de un material suave para no hacer daño a la persona que se va a maniatar. Otras de las opciones disponibles son las cintas, las cuales no llevan pegamento para no dañar la piel y se pueden reutilizar sin problemas. Es habitual que además, se utilicen otros complementos como mordazas, máscaras, látigos, en fin, verdaderos kits bondage, tanto para avanzados como para principiantes.
¿Por qué a algunas personas les atrae el juego de ser atadas? La razón que con más frecuencia se invoca es la liberación de inhibiciones y responsabilidades, en la medida en que confían las llaves del juego erótico a otra persona, que es quien marca las pautas a seguir. La sensación de dejarse llevar, de despreocupado abandono erótico, es para muchas personas altamente gratificante en el plano sexual.