El fiscal regional con jurisdicción en Rufino, Alejandro Sinópoli, aseguró este jueves que el pozo donde fue enterrada Chiara Páez "estaba hecho entre dos y tres días antes del crimen".
"Era un pozo que estaba al lado del tendedero de ropa, es decir, que no era un pozo que pasaba desapercibido, era un pozo que fue visto por toda la familia", remarcó el funcionario judicial.
En ese sentido, consideró que "podría sospecharse que estaba preconstituido para esconder el cuerpo de Chiara" y que algunos testigos comentaron que "la madre practicaba rituales satánicos o algo así".
No obstante, aclaró que el adolescente dijo que lo hizo al momento del crimen y que cuando durante la reconstrucción del hecho se reprodujo la escena, "lo hizo en media hora, en el mismo lugar, casi el mismo pozo".
Agregó que "el menor, en su indagatoria, dijo que su madre estaba durmiendo en esa hora, pero existen otros elementos que contradicen eso".
Por su parte, los investigadores del caso revelaron el miércoles que habían hallado manchas que serían de sangre en la ropa del padrastro del novio de Chiara, lo que acrecentaba las sospechas sobre la "intervención de otra persona" en el hecho.
Por tal motivo, la Justicia dispuso que tanto el hombre como su pareja continúen detenidos, al tiempo que liberó a los abuelos del muchacho, inicialmente también apresados por residir en la misma casa.
Para el fiscal Sinópoli, ese hallazgo reforzó la hipótesis de los investigadores que apunta a que el novio de la víctima "no actuó solo".
"El menor, a criterio mío, ha falseado la declaración. Fue coherente en todo pero en lo más importante, que es cómo es la mecánica de golpes, se contrapone con las pruebas médico forenses", aseguró.
Fuente: Télam
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