En un hotel familiar del barrio porteño de Constitución, el Palace Rondeau, fueron hallados sin vida dos hombres (de 88 y 43 años), siendo padre e hijo y desconociéndose las causas de sus decesos.
Los cadáveres fueron descubiertos el miércoles 1 de febrero, hacia las 19 horas en el hotel Palace Rondeau, ubicado sobre la avenida Entre Ríos al 2100, cuando el encargado sintió un olor nauseabundo proveniente de la habitación en la que estaban hospedados, por lo que se sospecha que las víctimas fallecieron hace varios días.
Luego de sentir el olor, llamó a la Comisaría Vecinal 1 C de la Policía de la Ciudad y les indicó un dato clave: los hombres no habían sido vistos en los últimos días por ninguno de los empleados del lugar.
Al ingresar, vieron que una de las víctimas estaba recostada de espalda sobre la cama, mientras que la otra estaba de rodillas, boca abajo, junto a la puerta de ingreso a la habitación. Uno de los datos más llamativos para los oficiales fue que la puerta del dormitorio no se encontraba con signos de violencia.
Luego de realizadas los primeros peritajes en el lugar, no se pudieron establecer las causas de muerte debido a que tampoco había heridas en los cuerpo de los fallecidos que indicaran algún tipo de enfrentamiento. Además, los investigadores no hallaron ningún tipo de drogas ni elementos que sugieran que el padre y su hijo hayan estado involucrados en algún ilícito.
Las causas de la muerte se sabrán una vez que se sepan los resultados de la autopsia. Asimismo, los policías entrevistaron a otros ocupantes del hotel, quienes manifestaron que nunca observaron ni escucharon peleas ni discusiones entre los fallecidos.
El padre fue identificado como Ángel Invernizzi, un jubilado de 88 años, viudo y con domicilio fiscal en la calle Santiago del Estero, de la localidad bonaerense de Martínez. Estaba afiliado al Instituto Nacional de Servicios Sociales Para Jubilados y Pensionados (PAMI) y percibía jubilación y pensión. Como actividad principal figura en registros oficiales que se dedicaba a “servicios de asesoramiento, dirección y gestión empresarial”.
En 2015 había creado junto a su hijo Diego Invernizzi (43), la otra persona fallecida, una sociedad para dedicarse a “la fabricación, construcción y reparación de todo tipo de artículos realizados en plástico reforzado con fibra de vidrio, en especial embarcaciones y su equipamiento”. En el caso del hijo, como actividad principal figura la venta al por mayor de materiales y productos de limpieza y su domicilio fiscal era en la localidad bonaerense de Pilar.
El encargado sostuvo que los hombres ocupaban la habitación desde hace tres años, y que al que se lo veía cotidianamente era a Ángel, quien se encargaba de las compras. En tanto, el hijo sólo había sido visto en tres o cuatro oportunidades, ya que no salía nunca de la habitación.