El segundo debate contra los policías acusados de torturar y asesinar a Fabián Gorosito en 2010 está por llegar al final, marcado por las amenazas de parte de “patotas organizadas” contra testigos y la madre del joven

El 15 de agosto de 2010, el cuerpo sin vida de Fabián Gorosito apareció tirado en una zanja, con signos de haber sido torturado antes de asesinarlo. Este joven, de 22 años, como el de otros vecinos de la localidad de Mariano Acosta eran víctimas de hostigamiento por parte del personal de la comisaría 6ta. de Merlo, con jurisdicción en la zona. Tras una cuestionada investigación, se determinó que un grupo de efectivos de la Policía bonaerense, que prestaban servicios en esa seccional, estaban involucrados en este crimen, pero en un primer juicio resultaron absueltos, en una polémica decisión que fue apelada y es por ello que, en estos momentos, se desarrolla el segundo proceso contra los acusados.

Este denominado Juicio Gorosito II se encuentra atravesado por una serie de irregularidades, que hasta exceden el ámbito de los Tribunales de Morón donde se desarrolla, debido a la aparición de “patotas organizadas” que amenazaron a testigos y a la propia madre de la víctima, gozando de la impunidad para su accionar de amedrentamiento que burló la custodia policial, asignada a varias de las personas que declararon en el debate. Sin dejarse vencer por el miedo, estos episodios que se vienen repitiendo desde fines del mes de agosto cuando empezó este nuevo proceso, han sido denunciados, a partir de los llamados y mensajes anónimos a la familia del joven asesinado y un cobarde ataque que sufriera Daniel Mancini, un hombre que brindó un testimonio clave, al que un grupo de cuatro sujetos armados golpearon, luego de ingresar en su domicilio a modo de un allanamiento de las fuerzas de seguridad.

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Mancini es víctima y un testigo clave en el juicio por el asesinato de Fabián Gorosito. Dos días antes del secuestro, tortura y asesinato del joven, fue secuestrado y torturado en la misma comisaría de Merlo por los 11 policías que ahora están imputados. Pese a las reiteradas amenazas y hechos previos, sospechosamente las custodias designadas no estaban en el domicilio”, destacaron desde la Comisión Provincial por la Memoria (CPM).

Maria Viera, madre de Gorosito y quien también padeció todo tipo de intimidaciones, contó a DIARIO POPULAR que “está claro que nos amenazan con gente vinculada a los acusados, pero no vamos a callarnos. En mi caso, me han enviado mensajes a mi celular, me dejaron audios diciéndome que iban a matarme y pese a que tengo una custodia, estos tipos se siguen manejando de esta manera”. Además, señaló que “este jueves se realizará la última audiencia, antes de los alegatos y el fallo, que esperamos condene a los que torturaron y mataron a mi hijo”. Cabe recordar que desde el último 21 de agosto, se está realizando ante el Tribunal Oral Criminal Nro. 1 de Morón este segundo juicio, luego de ser anulado aquel que absolvió a los policías Adrián Giménez, Pablo Nievas, Raúl Ortíz, Cristian Fortunato, Luis Fernández, Hernán Oviedo, Gabriel Sánchez, Leonardo Ose, Rubén Villalba, Marcelo Dipierro, Gonzalo Cueli y Aixa Soledad Sosa. El Tribunal de Casación Penal bonaerense consideró que ese primer proceso estuvo plagado de irregularidades y ordenó que se efectúe nuevamente.

La CPM, que participa como veedora en el debate, ha denunciando las reiteradas amenazas que sufren las víctimas, abogados, testigos y familiares. Como consecuencia de ello, presentó un habeas corpus preventivo ante el Juzgado de Garantías Nro. 6 de Morón, pero que fue rechazado, antes de que se registraron estos episodios de intimidaciones, como los que padecieron María Viera y Daniel Mancini.

Sobre el “apriete” al testigo, se detalló que “cuatro encapuchados que se desplazaban en una Renault Duster oscura con vidrios polarizados llegaron al barrio de Mariano Acosta donde vive Mancini tirando disparos al aire. Luego de ingresar a su casa, lo amenazaron y golpearon con culatazos de armas provocándole cortes. Todo esto sucedió a la vista de familiares y vecinos que se encontraban en la calle. Un rato antes, la misma camioneta fue vista merodeando la vivienda de la mamá de Gorosito”. Ante este tipo de situaciones, Maria Viera no oculta que “uno vive con miedo por todas estas cosas, pero no vamos a aflojar justo ahora. Si bien no me quiero hacer ilusiones, porque en el juicio pasado también pensábamos en que iba a darse una condena, pero los terminaron absolviendo. Por eso, ahora pefiero esperar un poco, pero queremos que el fallo sea ejemplar y que esta gente que mató a mi hijo, como lo hicieron con otros, no vuelva a tener esa posibilidad”.

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