Eso es porque la ley de responsabilidad penal del empleador aprobada en marzo de 2014, además de establecer un delito específico que castiga a los empresarios por los accidentes laborales, modificó el artículo 83 del Código del Proceso Penal, que ahora dice textualmente: "El damnificado, el denunciante y el tercero civilmente responsable tendrán acceso al expediente durante todo el desarrollo del presumario, y podrán proponer el diligenciamiento de pruebas".
La modificación, si bien genera debate jurídico, rige para todos los casos, y por eso la jueza López Moroy le permitió a Barrera estar presente en las audiencias llevadas a cabo en el marco de la indagatoria.
Incluso, el abogado de la familia pidió en su momento pruebas como un informe meteorológico del día de la desaparición de la adolescente y también la ampliación de varias de las pericias forenses realizadas al cuerpo de la joven hallado el 30 de diciembre. El jueves 8, la jueza López Moroy liberó a un hombre apodado "Conejo", a quien la Policía señalaba como el principal sospechoso del homicidio de Lola.
La magistrada no encontró pruebas en contra de este individuo, y eso terminó derrumbando la principal línea de trabajo a nivel policial.