Las fuerzas de seguridad apostaban a las dificultades del terreno para dar por terminada
una búsqueda que paralizó al país durante los últimos 15 días. El calor, la humedad y los animales salvajes fueron los principales obstáculos que le presentó la geografía de la zona.
DIARIO POPULAR recorrió los
dos kilómetros que separan a la ex arrocera
Trimacer, en donde apresaron a Martín Lanatta, y
el lugar en el que capturaron a Christian Lanatta y Víctor Schilacci.
Pastos altos, llanuras y bañados en el medio. La zona que los separó no es sencilla. Incluso, el primero de los recapturados al ser aprehendido pidió
por favor que encuentren a sus cómplices porque si no
"se iban a morir".
Serpientes venenosas, morenas (en el agua) e incluso algunos lugareños que señalaban que eventualmente podían cruzarse con algún
puma: la fauna del lugar tampoco generaba un escenario optimista para los prófugos.
Los caminos son difíciles para una persona sin conocimiento del lugar. Caminos arenosos y baches hacen muy complicados el andar.
Imposible hacer movimientos bruscos, como los que hizo el conductor del vehículo ploteado como Gendarmería Nacional que terminó en
vuelco.
Ese hecho dejó malheridos a los fugados en Campo del Medio y tuvieron que buscar un lugar para esconderse. Allí, optaron por internarse en el campo. Y se encontraron con que
el único agua disponible para saciar su sed era la que provenía de las inundaciones que azotan la zona.
La humedad hace que sea
casi imposible respirar. Los mosquitos molestan todo el tiempo. El sol quema. Los caminos repletos de arena resecan la garganta.
Los tres asesinos no pudieron con el terreno. Terminaron vencidos por el hambre, por el cansancio y por una
geografía contra la que no tuvieron chances. La ley de la naturaleza, en definitiva, hizo que terminaran entregados a la ley.