El gobernador Axel Kicillof reunió a más de 40 intendentes en el Parque Pereyra Iraola para analizar los resultados electorales.
Los intendentes del peronismo bonaerense se alinearon este viernes detrás de Axel Kicillof, luego de que Cristina Fernández de Kirchner responsabilizara al gobernador por la derrota electoral y calificara como un “error político” el desdoblamiento de las elecciones provinciales.
En una reunión de más de tres horas en el Parque Pereyra Iraola, los jefes comunales defendieron la estrategia del mandatario y destacaron que la separación de los comicios fue “muy positiva”.
“El resultado de septiembre permitió ganar en 107 municipios de 135 y sumar 34 bancas en la Legislatura”, enfatizó el intendente de La Plata, Julio Alak, al salir del encuentro.
La reunión, que tuvo lugar en “La Casona” del Ministerio de Desarrollo Agrario, contó con la presencia de más de 40 intendentes y varios ministros del gabinete bonaerense, entre ellos Carlos Bianco, quien pidió “no enredarse en discusiones internas” y recordó que “el único adversario es el presidente y sus políticas, a las que ahora se suma un enemigo más potente: Donald Trump”.
La cumbre se desarrolló en un clima de tensión tras la carta pública de la ex presidenta, en la que volvió a señalar a Kicillof por la derrota del peronismo y aseguró que el desdoblamiento electoral “reagrupó el voto antiperonista”.
Desde La Plata respondieron que el texto “no causó sorpresa” y que repite “argumentos amañados” ya utilizados por el cristinismo. “La estrategia de septiembre funcionó y la de octubre no, no solo en Provincia sino en todo el país”, replicaron fuentes cercanas al gobernador.
En privado, el enojo fue más profundo. “La gente no quiere más a La Cámpora, no lo quieren a Máximo, ni a Cristina bailando en el balcón”, deslizó el intendente de Salto, Ricardo Alessandro, sintetizando un malestar extendido entre los alcaldes del Movimiento Derecho al Futuro (MDF), el espacio que agrupa a los jefes comunales más cercanos a Kicillof.
La carta de la exmandataria, difundida a primera hora del viernes, generó una catarata de mensajes cruzados en los grupos de WhatsApp del oficialismo. “Hacerle la guerra a Axel es ser funcional a Milei”, advirtieron dirigentes del entorno del gobernador.
En ese contexto, Kicillof decidió adelantar la reunión prevista en la Gobernación y trasladarla a Berazategui, con el objetivo de mantener la calma interna y comenzar una ronda de consultas de cara al Presupuesto 2026.
Durante el encuentro, además de analizar el resultado electoral, los intendentes discutieron la necesidad de dotar a la provincia de una nueva ley de financiamiento y una norma fiscal impositiva. “La provincia necesita esas herramientas para sostener las políticas públicas en este contexto ruinoso”, señaló Bianco. El propio Kicillof pidió evitar la introspección y concentrarse en la gestión: “No hay tiempo para autopsias”, habría dicho, según contaron asistentes.
El gobernador considera que los 41 puntos obtenidos por Fuerza Patria en la elección “son un resultado muy bueno para una intermedia”, teniendo en cuenta el comportamiento histórico del peronismo en elecciones de medio término. Su objetivo inmediato, explicaron cerca suyo, es asegurar la aprobación del Presupuesto y garantizar la gobernabilidad de cara a un 2026 que se anticipa con dificultades económicas y tensiones políticas crecientes.
Mientras tanto, en el cristinismo aseguran que el documento de la ex presidenta “buscó un debate honesto sobre los errores estratégicos”. Pero en el entorno de Kicillof interpretan la carta como un intento de disciplinamiento político que, lejos de unir, profundiza las fracturas internas del espacio. “Cristina quiere llevar todo a un nivel de alta tensión y presentar a Axel como un riesgo”, afirmó un funcionario del kicillofismo.
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