El Tribunal Oral Federal de Tucumán dará a conocer el próximo 13 de diciembre la sentencia del juicio a 16 miembros del llamado clan Ale, acusados de lavado de activos, asociación ilícita y narcotráfico, informaron fuentes judiciales.
A lo largo de un proceso de más de un año, declaró alrededor de un centenar de testigos ante el tribunal formado por Alicia Noli, Gabriel Casas y Domingo Batule, que ayer dio por terminada la etapa de pruebas contra la banda.
Se dispuso que el 22 de noviembre comiencen los alegatos de la Unidad de Información Financiera (UIF) y de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), querellantes en esta causa, y luego será el turno de los fiscales Pablo Camuña y Agustín Chit.
Para el 29 de noviembre alegarán los abogados defensores de la banda liderada por Rubén ‘La Chancha’ Ale y Adolfo Ángel ‘El Mono’ Ale.
También están imputados María Jesús Rivero, Fabián Antonio González, Oscar Roberto Dilascio, Víctor Alberto Suárez, María Florencia Cuño, Julia Esther Picone, Valeria Fernanda Bestán, José Augusto Lucero, Ernesto Santos Catulo, Hernán Horacio Lazarte, Enrique Lorenzo Chanampa, Cesar Marcelo Manca, Carlos Rolando Ocampos y Sergio Francisco Parrado.
Todos ellos están acusados de formar parte de una organización destinada a lavado de activos, asociación ilícita, evasión impositiva, producción y venta de drogas, cobro extorsivo de acreencias propias del grupo y de terceros ajenos a éste y tenencia ilegal de armas de fuego.
La causa contra el clan Ale comenzó en febrero de 2013 a raíz de un informe de inteligencia financiera elaborado por la UIF que dio lugar a que el Ministerio Público Fiscal formulara una denuncia ante la justicia federal.
José Sabatella, por entonces titular de la UIF, impulsó la denuncia luego de una presentación de Susana Trimarco, madre de María de los Ángeles Verón, cuyo paradero se desconoce desde que fue secuestrada en abril de 2002 para obligarla a ejercer la prostitución en la provincia de La Rioja, según dictaminó la Corte Suprema de Justicia tucumana.
De acuerdo a las actuaciones judiciales, el clan Ale comenzó a operar en 2002.
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