Se trata de la empleada doméstica que estaba desaparecida desde el viernes en la ciudad de Temperley. Desde el primer día, la familia sospechaba del concubino, quien ahora está prófugo y con orden de captura.
Susana Beatriz Leiva, la empleada doméstica que estaba desaparecida
desde el viernes pasado, finalmente apareció muerta en el pozo ciego de
su casa, en la localidad bonaerense de Temperley.
Leiva fue
hallada en un allanamiento ordenado por el fiscal de Lomas de Zamora
Héctor Toneguzzo en su casa de Blanco Encalada 250, donde la policía
trabajaba pasado el mediodía.
Desde el primer día, la familia de la Susana acusaba al concubino de Susana, Alberto Ponce, de estar relacionado con su desaparición. Ponce está prófugo y tiene orden de captura.
Esta tarde el fiscal Toneguzzo se encaminaba al lugar del hallazgo, mientras dispuso que la policía localice a Ponce para tomarle declaración.
En tanto, efectivos de la Policía Científica trabajaban en la vivienda de la víctima con el fin de establecer la data de la muerte y las circunstancias, aún no precisadas. Un médico forense e integrantes de una unidad de Escena del Crimen preservaban esta tarde el lugar del hallazgo, aguardando instrucciones del fiscal.
Las hermanas y demás familiares de Leiva, por su parte, se acercaron a la vivienda de la víctima y entre gritos desconsolados y ataques de llanto acusaron a la pareja de la víctima de lo sucedido, al tiempo que cuestionaron que recién se allanara la vivienda cinco días después de la denuncia de desaparición.
Un grupo de médicos del servicio público de emergencias y policías apostados en el ingreso a la vivienda debieron contener a los familiares conmocionados.
Leiva estaba desaparecida desde el 19 de julio pasado a las 8, cuando supuestamente salió de su casa de Temperley rumbo a su trabajo como empleada doméstica en un domicilio del barrio porteño de Recoleta.
El pasado lunes, su empleadora, María del Carmen, contó que Leiva trabajaba en su casa desde hacía 12 años y que jamás había faltado sin avisar, por lo que ese día la llamó a su celular y la atendió su marido, quien le dijo que se había olvidado el teléfono pero que había ido para su domicilio a trabajar como todos los días.
Desde entonces, nada más de supo de la mujer, hasta el hallazgo de su cadáver registrado esta mañana en su propia vivienda.
Susana tenía un hijo de un año y medio y, de acuerdo al relato de sus familiares, mantenía constantes peleas con su esposo. "Él era muy celoso, la alejó de
todos. Ella hablaba conmigo a escondidas", destacó Angelina , entre llantos, en
diálogo con C5N.
"Yo me iba al trabajo de ella y ahí hablábamos", agregó. Además, dijo que desde que desapareció su hermana, ellos
sospechaban de Ponce. "Él nunca la buscó, ni siquiera hizo la denuncia,
la hice yo. Nosotros pedíamos que vayan a revisar, su patrona también.
Pero la policía estaba esperando la orden del fiscal para allanar",
concluyó.
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