Un preso alojado en la cárcel de Florencio Varela lideraba una millonaria red de estafas, en la que utilizaban falsos perfiles creados en un sitio web donde mujeres suben fotos desnudas y ofrecen citas, con el objetivo de captar hombres a los que, luego, falsos policías y funcionarios judiciales llamaban por teléfono y les hacían creer que habían tenido contacto con una menor de edad víctima de una red de trata, un supuesto delito por el que les exigían dinero a cambio de no involucrarlos en causas penales.
"No te estoy chantajeando. Te estoy sacando de un quilombo con una chica menor. ¿Decime qué abogado te va a sacar de la cárcel por 5000 pesos?", le dijo uno de los integrantes de la banda a una de las víctimas, según surge de las escuchas telefónicas que hizo la Justicia para desbaratar a la organización criminal.
La investigación judicial comenzó en el pasado mes de julio tras una serie de denuncias que tenían un patrón común. Los denunciantes, todos hombres, no se conocían entre sí pero coincidían en un punto: eran usuarios de una página web subida de tono, en la que se promocionan "citas sexuales".
Tras víncularse por WhatsApp con supuestas mujeres de ese portal, las víctimas comenzaron a ser extorsionados por teléfono. Quien hacía los primeros llamados se presentaba como policía y exigía dinero para desvincularlos de causas por pedofilia y "trata de menores".
Detrás de esos llamados, según pudo descifrar la Justicia, estaba un interno de la Unidad Penitencia 32 de Florencio Varela, donde cumple una condena por robo. Con esta modalidad, el preso logró alzarse con al menos 2 millones y medio de pesos.
Es que las exigencias de dinero no culminaban con el primer pago. Las extorsiones continuaban. En comunicaciones posteriores, las víctimas recibían llamadas de una falsa secretaria de una fiscalía federal de los Tribunales de Comodoro Py, quien refería a los hombres que las transferencias que habían hecho nunca llegaron "a manos" del fiscal de la causa. Esos llamados estaban a cargo de la hermana del interno de la cárcel varelense, quien fue detenida en el marco de la pesquisa.
Según pudieron establecer los investigadores, las víctimas que cayeron en la trampa transfirieron el dinero a billeteras virtuales. Una vez que los estafadores tenían el dinero, hacían otras transferencias a cuentas que tenían abiertas en entidades bancarias. Eso posibilitó la identificación de los estafadores.
Hasta el momento, la Justicia identificó a tres víctimas de esta modalidad, aunque se cree que hay más damnificados que no se animaron a realizar la denuncia.
"Las víctimas caían en la trampa porque el relato del falso policía tenía cierto grado de verosimilitud", afirmó un detective policial involucrado en la causa judicial, que estuvo a cargo del Área Ejecutiva de Investigaciones Criminales de San Isidro, conducida por la fiscal Carolina Asprella, y de personal de la Estación Departamental de Policía Vicente López.