La revuelta fue finalmente controlada y cinco de los reclusos fueron trasladados a penales de la provincia de Buenos Aires.
Los disturbios comenzaron el jueves, pasadas las 19.30, en la seccional 5ta. de Lanús, situada en Coronel Warnes 3077, en cuyos calabozos, que tienen capacidad para 10 personas, se encontraban alojados 37 detenidos.
Aparentemente, el motín comenzó cuando dos agentes de la Policía ingresaban a los calabozos los alimentos que los familiares de los detenidos habían llevado para la cena y un grupo de 17 presos los tomó por sorpresa.
Los policías fueron llevados a los baños y reducidos por los detenidos, quienes los usaron como escudo para salir de ese sector de la comisaría con intenciones de llegar a la calle.
Pero en el camino, antes de llegar a la puerta, los detenidos se toparon con otros cuatro agentes que acudieron en refuerzo, a quienes les arrojaron agua caliente y golpearon.
"Los presos quisieron escapar por la puerta y para lograr el objetivo le arrojaron agua hirviendo a los policías", contó un vocero judicial.
Mediante disparos de posta de goma y la llegada de refuerzos de otras dependencias policiales, los detenidos fueron finalmente reducidos y la revuelta controlada aproximadamente una hora después.
Seis policías debieron ser asistidos debido a que presentaban golpes y quemaduras, y algunos presos lesionados también recibieron atención médica.
En la madrugada de este viernes, cinco de los detenidos que lideraron el motín fueron trasladados a penales bonaerenses.
En los hechos tomaron intervención las fiscalías 5 y 6 del Departamento Judicial de Lomas de Zamora.