En la mañana del miércoles, un episodio insólito para algunos y común para otros tantos, tuvo lugar en la florería “Primavera”, un local muy conocido de Mar del Plata, cuando un grupo de jóvenes estaban en el medio de un cortejo fúnebre y al pasar por el comercio arrasaron con las flores y se las llevaron sin pagar la cuenta.
La historia comenzó cuando, al enterarse de la postergación de su juicio, un joven se suicidó en la cárcel de Batán y para honrar a su amigo fallecido sus allegados hicieron una parada con el cortejo fúnebre que acompañaba sus restos y, en cuestión de segundos, camino al cementerio, saquearon una florería de Mar del Plata.
Fue entonces que las primeras motos que iban en el cortejo detrás del coche fúnebre hicieron una breve parada por la Florería “Primavera” de la avenida Antártida Argentina, a poco de llegar al Cementerio Parque de la zona sur de Mar del Plata.
El nutrido grupo de jóvenes ingresó al local y la cámara de seguridad los grabó cuando escapan raudamente. Antes de la veloz partida se llevaron consigo macetas, arreglos florales, ramos, lo que encontraron a mano, y retomaron el camino con las flores a cuestas.
El fallecido homenajeado con el asalto era Octavio Sosa, un joven de 19 años que estaba preso en Batán a la espera del juicio por el delito que le imputaban: tentativa de homicidio.
"Pibe chorro compañero y un amigo impresionante", lo despidió en las redes sociales un amigo del joven fallecido.
El velorio de Sosa ya había causado algunos problemas en el vecindario, lo que se tradujo en llamadas de vecinos a la comisaría 16°, por el ruido que metían las motos.
"Nos volvieron locos toda la noche, las aceleraban y metían explosiones, parecía como un homenaje", dijeron los vecinos.
"Yo no sé, pero creo que esto ya es como un ritual. Cuando muere una persona con determinados entornos pasa esto. Me pasó desde el año 2005, frenó un poco cuando asumió Bullrich que nos puso Gendarmería, y desde que está este nuevo gobierno, volvió a pasar”, dijo al diario La Capital de Mar del Plata, Guillermo, el dueño de la florería que tiene 30 años en la ciudad balnearia.
“No dan soluciones ni de la municipalidad, ni de la provincia, ni de ningún lado”, agregó el dueño de la florería.
"Esto ocurre sistemáticamente desde el 2005 para acá. Es increíble que siga pasando y nadie haga nada. Lo denunciamos mil veces. La verdad que dan ganas de cerrar. Así no sirve seguir abiertos”, expresó.
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