Especialistas alertan que los robos por parte de motochorros a estudiantes que salen de las escuelas se producen a un ritmo de 22 hechos por día en la Capital Federal y el Conurbano bonaerense, una modalidad que en estas tres semanas desde que arrancaron las clases se incrementó un 30% comparado con las estadísticas de 2016.
El dato surge de una proyección realizada por el licenciado en Seguridad Pública, Luis Vicat, quien en diálogo con DIARIO POPULAR precisó que “en 2016 hubo alrededor de 3 mil asaltos a alumnos, pero si se mantiene el nivel que llevan hasta ahora, la tendencia indica que este año va a terminar con un total de 4 mil casos”. Tomando como referencia el promedio de 180 días de clases, el promedio es preocupante.
El horario en que más episodios ocurren es entre las 11.30 y las 14, mientras que las víctimas preferidas son los estudiantes de secundaria de escuelas privadas.
El botín más común son los celulares, aunque también se llevan el dinero que los jóvenes tienen encima y en algunos casos hasta la mochila.
El especialista precisó que “generalmente van dos ladrones en una moto, ven al adolescente o al grupo de chicos, los encierran y en menos de 3 minutos le sacan todo”.
Ese fue el modus operandi que utilizaron dos asaltantes en las últimas horas para abordar a siete alumnos que salían de cursar de un colegio privado en la localidad de San Andrés, del partido de San Martín.
“Esto viene en alza desde 2012, porque antes los ladrones iban a pie. Ahora se mueven en moto y de a dos, aunque también pueden actuar de a cuatro en dos motos. Aprovechan los sectores en que no hay corredores seguros o cuando los chicos se desvían de ahí a lugares sin presencia policial para llegar a sus casas”, explicó Vicat.
Acerca de cómo se manejan los delincuentes, añadió: “No suelen exhibir armas de fuego, a lo sumo mencionar que las tienen. Sí usan armas cortantes. Si no, golpean a algún varón del grupo que atacan para asegurarse que no haya resistencia y que nadie huya”.
“Son rápidos. A veces pasan por los corredores seguros haciendo inteligencia y cuando los chicos se dispersan por las laterales, los atacan. Tardan menos de 3 minutos y le sacan las cosas, sobre todos los celulares. Si tienen dinero o algo de valor se lo llevan. Difícilmente les roben las mochilas, por la dificultad de descartarlas”, detalló el especialista al ser consultado por DIARIO POPULAR.
Y alertó cuál es el horario pico: “Entre las 11.30 y las 14 se registran más robos, que es el momento de la salida de los chicos que van a la mañana. En los nocturnos pasa menos, porque suelen ser alumnos más grandes o adultos”.
Además, Vicat aseguró que los ladrones apuntan a los jóvenes más grandes y de mayor poder adquisitivo. “Saben que un colegio privado ofrece un mejor botín que uno estatal. A la vez, prefieren un chico que vaya al secundario antes que al de un primario. La elección del blanco se da en función de esas dos variables, con relojes y celulares de mejor gama”.
Consultado por un posible consejo para que los estudiantes eviten estos episodios, aclaró: “No hay soluciones mágicas, porque los jóvenes tienden a agruparse para tener menos posibilidades de ser víctimas, pero los motochorros lo saben. Entonces los encierran y la falsa sensación de seguridad se va cuando alguien los aprieta con un arma”.
Entonces, si bien confesó que “es un delito difícil de erradicar, porque como tiene éxito y pocas detenciones se producen réplicas”, la solución debe venir de parte del Estado. “Se tendrían que incentivar los patrullajes preventivos, lo cual implica un esfuerzo logístico considerable de personal policial”, apuntó.
Por último, el especialista recordó que “incluso tuvimos un chico muerto en uno de estos asaltos escolares”. Así, se refirió a lo ocurrido con Alfredo “Leito” Aponte, un chico de 14 años que volvía a su casa desde la escuela Nuestra Señora de Fátima de Villa Soldati y fue atropellado por un motochorro que venía de asaltar a una mujer que salía de ese mismo colegio.
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