Sigue la búsqueda de una pareja por el doble crimen de City Bell

Los sospechosos fueron identificados por la Policía bonaerense como Flavia Rodríguez y Sergio Ariel Maydana, amigos de las víctimas, a quienes no se puede ubicar desde horas después de cometido el doble crimen, aunque todavía no revisten el carácter de prófugos.

La mujer, que presta servicios en la comisaría de la localidad de Manuel B. Gonnet, mantuvo contacto telefónicos con sus compañeros a quienes les advirtió que le habían robado el arma y que se encontraba amenazada.

Las sospechas sobre esta pareja se iniciaron cuando una mujer llamó al 911 alertando que no podía ubicar a su hermana, la suboficial Flavia Rodríguez, ya que no se encontraba en su domicilio y debido a que, junto a su pareja, eran amigos del matrimonio asesinado.

A partir de allí, se le tomó declaración y cambió su versión al decir que su hermana estaba de vacaciones, lo que llamó la atención de los investigadores. Entonces, personal policial fue hasta la vivienda de la suboficial e ingresó junto a su hermana y detectaron que en el interior había un gran desorden.

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Los investigadores tienen como principal hipótesis que existió algún problema entre el cirujano y su amigo financista y que estaría vinculado a alguna operación con una importante suma de dinero.

Según trascendió, la relación comenzó hace muchos años entre Luna y Maydana y luego se extendió a las parejas de ambos. Además, se aclaró que si bien hay elementos que podrían involucrar a la pareja en los homicidios, se los busca también porque existe un pedido de averiguación de paradero.

Las sospechas respecto de estas personas se robustece con la hipótesis de los peritos acerca de que en el hecho hubo dos tiradores y una pelea dentro de la camioneta del matrimonio asesinado y que cada uno de ellos se encargó de ejecutar a una de las víctimas.

La teoría criminalística se basa en que el cirujano plástico fue asesinado de dos tiros con una pistola .45, mientras que su esposa esteticista recibió tres disparos, de los cuales sólo uno de calibre 9 milímetros logró ingresar por el cuello y causarle la muerte. A los investigadores les llamó también la atención que la suboficial de policía denunció a sus compañeros que le robaron el arma reglamentaria, una pistola del mismo calibre utilizado para asesinar a Laura Favre.