El Gobierno anunció que el Estado tomará el control pleno de la administración de la línea Sarmiento de trenes y dispuso una nueva serie de controles de seguridad para los maquinistas, tras el último accidente en la estación de Once.
El ministro de Transporte, Florencio Randazzo, dispuso el apartamiento de los concesionarios privados de este ramal, Metrovías (Grupo Roggio) y Ferrovías (Gabriel Romero), para que "el Sarmiento sea operado plenamente por el Estado", ya que es la línea que "ha tenido en los último meses tres siniestros lamentables" y el Gobierno no está "conforme con como operaba el servicio". "Hemos decidido que no haya más gerenciador privado en esta línea. Hemos separado a la unidad operativa y la gestión la vamos a asumir nosotros en plenitud", dijo el ministro respecto a la Unidad de Gestión Operativa Mitre Sarmiento (Ugoms).
Señaló que la presidenta Cristina Kirchner "no fue anoticiada" de esta medida ni del accidente sucedido el sábado último en Once debido a que debe cumplir un estricto período de reposo tras su operación por el hematoma intracraneal, y resaltó: "Si hubiera podido consultarle me hubiera dicho que haga lo que estoy haciendo". "La Presidenta no está anoticiada, no sabe del hecho ocurrido el día sábado. No creo que contribuya a mejorar su salud que sepa que hubo otro episodio en la estación de Once. La decisión la he tomado yo, tomé la responsabilidad con todos sus riesgos. Pero si hubiera podido consultarla, me hubiese dicho que era una decisión correcta", indicó el funcionario.
Randazzo ratificó, además, que no descarta ninguna hipótesis respecto de los tres accidentes que sucedieron en el último año y medio en el ramal Sarmiento, aunque luego sostuvo que se debe a "un tema político", en el marco de su enfrentamiento con sindicalistas del sector, y pidió "prudencia para dejar que la Justicia determine responsabilidades".
El sábado 19 de octubre una formación del tren Sarmiento no frenó en la terminal de Once y provocó un tremendo accidente que dejó casi un centenar de heridosEn conferencia de prensa en la Casa Rosada, Randazzo sostuvo que el Sarmiento pasará a ser operado por Ministerio de Transporte, a través de las dos empresas estatales: la Sociedad Operadora Ferroviaria (SOFSE), que se hará cargo de la operación del servicio, y la Administración de Infraestructuras Ferroviarias Sociedad del Estado (ADIF), que se ocupará de las obras e inversiones.
De esta forma concretó la estatización plena del Sarmiento luego de que en septiembre pasado el Ministerio avanzara en el control de esta línea con un acuerdo con la llamada UGOMS SA, la entidad conformada por las empresas Metrovías y Ferrovías que comenzó a operar el servicio cuando se le quitó la concesión a la empresa TBA y que ahora quedaría a cargo sólo del Mitre.
En lo que refiere al resto de las líneas ferroviarias metropolitanas Roca, Belgrano Sur y San Martín, la SOFSE las está controlando con la responsabilidad de diagramar las frecuencias de los servicios, disponer del material rodante, el pago de salarios y la realización de obras.
No obstante, Randazzo avisó que no le va a "temblar el pulso" para "quitarle las concesiones" privadas y avanzar también con la estatización plena de estos ramales en caso de que se detecten "incumplimientos en los compromisos asumidos", como en el caso del Sarmiento.
El ministro además anunció nuevas medidas de seguridad para el servicio metropolitano de trenes, es decir el resto de los ramales, entre ellas "exámenes psicofísicos" a todos los maquinistas que antes realizaban las ART y a partir de ahora estarán bajo supervisión de la Fuerza Aérea.
Por otra parte, Randazzo anunció cambios en los procedimientos de conducción sobre momentos previos al ingreso de las formaciones a las estaciones terminales: en las líneas eléctricas del área metropolitana, el guarda del tren deberá trasladarse al interior de la cabina y acompañar al conductor en el ingreso a la cabecera, precisó.
Además, en las líneas Sarmiento, Mitre, Urquiza y el tren de la Costa, deberá reducirse a cinco kilómetros por hora la velocidad al entrar en las estaciones terminales y llegar a cero "20 metros antes de terminar el andén".
El motorman Julio Benítez fue atendido pero luego detenido, tras el accidentePor otro lado, Randazzo se refirió a los videos difundidos del maquinista de la formación que colisionó el sábado pasado en la estación Once, Julio Benítez, y sostuvo que "tuvo una actitud repudiable, amenazando que se va a dormir y realizando todo tipo de irresponsabilidades".
Lamentó que "ante este hecho de gravedad, la empresa sólo le aplicó un apercibimiento" y consideró que tendría que haber sido "sancionado con mucha dureza, porque después es tarde para lamentarse".
Y denunció que antes de tomar el servicio en el que se produjo el siniestro que dejó casi 100 heridos, Benítez "solo fue sometido al control de alcoholemia y no al resto de los controles establecidos", como los tests de atención, oxígeno y pulso.
Al respecto, mostró un acta en el que figuraba que no le habían realizado todos los controles necesarios "por un acuerdo entre la empresa y el gremio" y reclamó "colaboración" a los sindicatos. También comentó que "la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT) detectó que tampoco se están respetando los nuevos mecanismos de comunicación" entre las cabinas y las bases.
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