“Sí, abrí el debate, pero que salga lo antes posible que los tiempos nos corren en contra”, le dijo Alberto Fernández a Sergio Massa la tarde de lunes cuando se reunieron para definir el camino que recorrerá el acuerdo con el FMI en las próximas semanas. Allí acordaron que el acuerdo con el organismo internacional será enviado al Congreso el próximo viernes 25 de febrero, y que ingresará por la Cámara de Diputados.
Así lo confirmaron fuentes de la Casa Rosada que aclararon que el acuerdo no sería presentado en el Senado “porque ahí no había garantías de qué podía pasar”, señalaron. Sin embargo, en Diputados tienen garantizado el quórum, aunque algunas de las comisiones donde el acuerdo podría ser girado aún no están constituidas. Por ahora, sólo la comisión de Presupuesto y Hacienda -que continúa siendo presidida por Carlos Heller— está está conformada y en funcionamiento.
“Que esté el quórum garantizado ya es bastante”, señalan en el Gobierno con optimismo. Pero advierten que “la clave será cuántos votos positivos se consigan”. Y suman los votos de los partidos cercanos que podrían aportar los números que le faltan al Frente de Todos para convertir al acuerdo con el FMI en una ley con apoyo del Congreso.
En el oficialismo una de las cosas que más les preocupan es evitar el aluvión de abstenciones, algo que al parecer abunda entre los diputados y senadores del kirchnerismo que no quieren apoyar el acuerdo con el FMI, pero tampoco pueden no dar quórum porque implicaría un quiebre dentro de la coalición gobernante.
“Si se abstienen, Alberto podría quedar muy debilitado puertas adentro”, reconocen en los pasillos de Gobierno. Y aseguran que tanto Massa como Germán Martínez —flamante titular del bloque del Frente de Todos tras la renuncia de Máximo Kirchner al cargo—, trabajan a destajo para conseguir la mayor cantidad de votos posible. Incluso el de Máximo Kirchner.
Sin embargo, no será tarea fácil. Ocurre que en este caso, el proyecto no acepta ninguna modificación posible. “No se puede tocar ni un punto ni una coma”, advierten en el oficialismo, ya que cualquier cambio que se introduzca podría hacer que el acuerdo se caiga. Y esto hace que haya poco margen de negociación para obtener los votos que faltan.
En cuanto a los tiempos, se espera que el viernes el acuerdo ya esté ingresado en el Congreso vía la Cámara de Diputados. Y el objetivo del Ejecutivo es que la media sanción de la cámara baja se consiga entre el 10 y el 15 de marzo. Luego, el proyecto pasará al Senado. La fecha límite para todo el trámite es el 22 de marzo. Ya que ese día hay un vencimiento por el cual la Argentina tiene que pagar 2.800 millones de dólares al Fondo Monetario Internacional.
Este cronograma tan apretado no prevé ningún tropiezo o demora. Además, aún resulta una incógnita cuál será la postura del bloque oficialista en el Senado y en particular de la vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner, quien sigue sin pronunciarse sobre el acuerdo con el FMI. Pese a todo, en la Casa Rosada se muestran optimistas, aunque por las dudas apuran el paso para tratar de cumplir las metas en tiempo y forma.
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