El titular del Ministerio de Modernización afirmó que el gobierno de Cambiemos refuncionalizó al Estado, y que su cartera por primera vez puso sobre la mesa de negociaciones con los gremios estatales la producción por un lado y el presentismo por el otro.

El ministro de Modernización, Andrés Ibarra, defendió la paritaria firmada con estatales nacionales, consideró que el polémico premio por productividad busca jerarquizar el empleo público y admitió que las quejas en distintas dependencias con respecto a los empleados son circunstancias que siempre aparecen.

-La paritaria estatal se cerró en 20% con cláusula gatillo por inflación y pagos por presentismo. Lo que no queda claro es cómo se definiría el premio por productividad.

Esta paritaria fue importante para la transformación y mejora del estado que estamos construyendo, tanto nacional, provincial como municipal. Es que por primera vez ponemos sobre la mesa el presentismo por un lado y la productividad por el otro. Refuncionalizamos el estado, agregamos sistemas de gestión, hacemos más fáciles los trámites a los ciudadanos sacando el papel y generando expedientes electrónicos. El corazón del tema es jerarquizar el empleo público. Como parte de este plan: primero cumplamos con el presentismo generando un mayor control. Siempre aparecen quejas en las distintas dependencias respecto a la gente.

-A muchos no les gusta el control de los datos biométricos.

Sí, existe en algunos organismos sistemas para los datos biométricos pero el problema no es ésto sino que se cumplan los límites de licencias y haya una buena administración de las mismas, y así premiar el presentismo con un sistema cuatrimestral. Por otro lado, lo que va a dar un cambio importante y que sea visible para la sociedad es que el estado tenga objetivos. Y que si se cumplen, tengan premio.

-¿Quién va a establecer las pautas ya que, por caso, hay quejas de ATE que no es consultada?

Una de las primeras quejas que aparecieron cuando estábamos negociando fueron unos afiches de ATE que decían ‘No al presentismo. No a la productividad’. Entonces ellos mismos se pusieron enfrente. De no ser así, sería perfecto que podamos conversar. Vamos a buscar que en cada ministerio o secretaría se identifique aquella meta que sea medible.

-Gremios y dirigentes advierten sobre el aumento de la masa salarial ya que afirman que se triplicaron las secretarías, con sueldos altos, por los 24 ministerios.

Es un análisis muy parcial de la evolución del empleo público. En el sector público nacional completo, bajó la cantidad en 2 mil empleados de un total de 750 mil personas. Pero en la administración central -ministerios y organismos descentralizados que reúnen 210 mil personas- allí se redujo unos 16 mil entre no renovaciones de contratos, jubilaciones y retiros. Y respecto de la estructura de gobierno, cada presidente puede definir su modelo. Lo que hay que analizar es la productividad que tenga el estado. Desde el punto de vista organizacional el hecho que haya entidades más focalizadas provoca un mejor funcionamiento, con una estructura de seguimiento por parte de la Jefatura de Gabinete y con temas más focalizados. Por ejemplo, el anterior ministerio de Planificación era un adefesio que mezclaba energía, ambiente, tecnología. Era una mezcla gigantesca por algún motivo.

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-¿Pero que haya más cargos jerárquicos no lo hace más antipático?

Para la masa de empleados del sector público, más de 700 mil, si la conducís con 800 o 500 (jefes), que en definitiva es más o menos la diferencia, la ecuación no cambia. Lo importante es gestionar mejor. Y es mil veces más transparente: con el expediente electrónico, con las compras por internet, contrataciones de licitaciones públicas en el portal de Datos, la gente y los ministros pueden controlar la gestión.

-¿Ha tenido roces con otros ministros por el pedido que se concursen los cargos?

Este año vamos a concursar unos 300 de los 2.700 casos de la alta dirección pública y esperamos concursar la mitad para 2019. Es fundacional: queremos que el estado se autogerencie en la alta dirección pública y que la política marque el rumbo. Las decisiones son consensuadas y estamos alineados con lo que dice el Presidente y ordenadamente avanzamos.

-Algún choque tuvo que haber por nombramientos ya que son autorizados por Modernización.

Discusiones siempre hay, son parte del día a día. Y también porque hay demoras en aprobaciones, que te llamen ‘hace dos meses que está tal cosa’, pero eso pasa en cualquier organización. Lo importante es cuando compartís los principios, lo demás son discusiones operativas.

Con la camiseta de Boca y la de Macri

-¿Durante su paso por la CD de Boca Juniors estuvo de acuerdo cuando Daniel Angelici no le renovó el contrato a Juan Román Riquelme?

No estaba en el club en ese momento. Pero hay que entender que primero está la institución. Por encima del amor a un jugador, aunque sea un fenómeno, primero está el club. Y muchas veces no se puede pagar a la superestrella lo que reclama. Boca tuvo su crisis hace décadas cuando aparecía con la camiseta con los números pintados. Luego acompañé a Macri en la etapa más gloriosa: fui gerente general y luego integré la CD. El presidente puso a Boca en el mundo y ganamos todos para alegría de nuestros “primos”. Soy fanático, pero hoy tengo la camiseta acá y el objetivo es ayudar al Presidente en el gabinete.

-¿En que quedó la promesa oficial de pasar a planta permanente a los contratados?

-Heredamos más de 70 mil contratados. Y este año vamos a tener unos 2.500 pases a planta previa evaluación y también terminaremos procesos que venían con anterioridad de distintas posiciones, por lo que pasaremos casi 5 mil personas a planta.

-Pero los gremios dicen que se había comprometido a blanquear 12 mil empleados.

No. Lo que había dicho era un número de concursos, 11 mil, que venían pero algunos se dejaron de lado y parte de esos son los que vamos a pasar a planta este año que en total suman 5 mil.

-¿Y cuál es la meta hacia 2019?

A 2019 la meta es cumplir con lo que está previsto. En teoría debiera haber un número no mayor del 15% de contratos respecto de la planta. Así que la idea es concursar la mayor parte de los contratos y pasarlos a planta.

-¿Cree que los cargos jerárquicos en el estado deben tener buenos sueldos?

El estado debe ser competitivo. Si el estado da servicio, regula en muchos aspectos la actividad económica y controla, tiene que funcionar adecuadamente y tener sueldos competitivos.

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-En el portal Datos.gob están publicados los salarios del presidente y sus gabinete pero no de secretarios y subsecretarios.

Lo vamos a ir incluyendo. La idea es que estén publicados hasta el cargo de coordinadores o sea de alta dirección pública también.

-¿Cuánto gana un secretario de estado?

El sueldo bruto debe estar en los $180 mil un ministro y un subsecretario en $120 mil bruto. Las autoridades superiores no están mal, lo que hay que ver son posiciones relativas: es complicado contratar un buen técnico en el área de sistemas.

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