A partir de esta semana comenzará la cuenta regresiva de definiciones en el peronismo y el kirchnerismo bonaerense, a casi un mes del cierre de listas con vista a las PASO del 13 agosto.
La principal definición está en qué hará la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner: si será precandidata o sólo conductora del eventual frente electoral.
De esta decisión depende el resto, confirmaron a DIARIO POPULAR no sólo voceros de intendentes y dirigentes de este espacio sino incluso del mismo randazzismo.
“Todo se resolverá de una u otra manera cuando hablemos con ella”, afirman, dejando un halo de misterio acerca de si se mantendrán dentro del kirchnerismo puro o jugarán con Randazzo. “Con Cristina es una cosa y sin Cristina es otra cosa,” remarcan.
Un encuentro previsto para ayer por la tarde en Escobar fue suspendido a la espera de un llamado conciliador de la ex jefa de Estado que prometió recibirlos para escuchar sus reclamos. En esta reunión iban a participar los denominados “intendentes díscolos” nucleados en los grupos Fénix y Esmeralda.
Los ahora “díscolos” cobraron este repentino mote como consecuencia de haberse negado el martes pasado a concurrir a una cumbre del kirchnerismo y el peronismo junto al ex vicepresidente Amado Boudou y el dirigente social Luis D’Elía.
Este martes, Cristina recibirá a intendentes leales como Patricio Mussi (Berazategui), Verónica Magario (La Matanza), Francisco Durañona (San Antonio de Areco) y Walter Festa (Moreno) para ir reordenando el espacio.
Para Festa, “Cristina no necesita estar en ninguna lista para ser la conductora del PJ, porque ella es la única que tiene verdadera legitimidad con el pueblo. Cristina es mi candidata o el que ella defina”.
Desde los díscolos coincidieron en que la ex presidenta “es la única que ordena y tiene la lapicera, sino la manejamos los intendentes, no La Cámpora ni Randazzo”. La semana que pasó hubo momentos de gran tensión en el peronismo provincial que tuvo su punto máximo con el desencuentro de todos los sectores en el gremio de los porteros.
Pero todo comenzó el lunes en Merlo cuando el anfitrión Gustavo Menéndez y sus pares Leonardo Nardini (Malvinas Argentinas), Gustavo Barrera (Villa Gesell) y Santiago Maggiotti (Navarro) recibieron al ex ministro Florencio Randazzo, quien juró que no se iba del PJ y que no iba a acordar con Sergio Massa.
No obstante, dentro del randazzimo siguen abriéndole las puertas a Massa en la primaria del peronismo como el diputado provincial Hernán Doval, al considerar que debe ser “la gente” quien defina los candidatos para octubre.
Pero ayer mismo, la diputada Margarita Stolbizer, aliada al massismo, salió rápido a responderle al asegurar que no habrá alianza entre su líder y Randazzo. El jefe comunal de Tigre “tiene un proyecto de futuro, mira hacia adelante” y “dejó el kirchnerismo hace muchos años,” adujo.
Además, el randazzismo tuvo varias malas noticias esta semana, al ratificar su permanencia en el Frente Renovador los diputados Felipe Solá y Facundo Moyano, rechazando versiones en contrario que circularon insistentemente.
También recibió un traspié por parte del padre Pepe, quien tomó distancia de Randazzo en una carta dirigida a sus feligreses después de un encuentro en la villa de San Martín. Dijo también que “nosotros nunca apoyamos a ningún candidato y creemos que cada uno debe elegir a la persona que crea más conveniente. En ese respeto al pensamiento hemos crecido en nuestra comunidad y lo seguiremos haciendo”.
Con todo el jueves último, Cristina se reunió con los intendentes Jorge Ferraresi (Avellaneda) y Mario Secco (Ensenada), a quienes les encargó consolidar este espacio, armando encuentros primero con los leales y después con los díscolos para insistir en una lista de unidad o eventualmente una interna contra el randazzismo para enfrentar al oficialismo de Cambiemos en las elecciones de medio término y “derrotar el segundo ajuste que se viene después de octubre”.