El senador nacional y jefe de Proyecto Sur, Fernando “Pino” Solanas, convocó a “conformar un gran frente amplio opositor sin exclusiones”, mientras el diputado y cofundador de La Cámpora, Máximo Kirchner, sostuvo que “el 10 de diciembre se tiene que cerrar el Ministerio de la Venganza que abrió Mauricio Macri y volver a abrir el Ministerio de Trabajo y de Salud”.
Ambos hablaron en un congreso de Proyecto Sur, donde Solanas justificó el llamado a la unidad en que “la división de la oposición en las elecciones es hacerle un favor al presidente Macri”.
En el encuentro estuvieron, además, los legisladores y precandidatos a presidente Felipe Solá (RedxArgentina) y Agustín Rossi (Unidad Ciudadana), entre otros dirigentes.
En el Aula Magna de la Facultad de Medicina de la UBA, escenario del congreso, Solanas reafirmó que no tiene “ningún inconveniente en formar parte del mismo frente electoral que el kirchnerismo” y se mostró confiado en que “es posible un acuerdo opositor para armar un gran frente patriótico para poner un freno al neoliberalismo”.
Sin embargo, también advirtió: “Estoy preocupado porque para nosotros el frente de unidad debía estar sellado desde fin del año pasado. El tiempo pasa y no se recupera. Esperemos poder llegar a un gran acuerdo primero en la conformación del frente y luego resolver el tema de las candidaturas”.
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En ese sentido, destacó que este denominado “frente patriótico”, que a dos meses del cierre de listas todavía no está conformado, “debe resolver sus diferencias y sus candidatos en las PASO”.
Respecto a los dirigentes opositores que plantean que existe la posibilidad de armar una tercera alternativa a Cambiemos y al kirchnerismo, Solanas consideró: “Es un error de la oposición creer que divididos se puede derrotar a Cambiemos, porque siempre las divisiones favorecieron al poder dominante de turno”.
“Las terceras fuerzas siempre fueron favorables al poder oficialista”, reiteró, lo que motivó el aplauso de la militancia de Proyecto Sur que ovacionó los discursos kirchneristas y entonó el típico cántico “K”: “Vamos a volver...”.
Con tono de arenga proselitista, Solanas pidió “olvidar las diferencias del pasado para construir un sólido presente de unidad para tener un futuro en la Argentina”.
A su turno, Máximo Kirchner también bregó por la unidad de las fuerzas opositoras, pero además instó a que “la unión no se agote en lo electoral ni elimine las identidades y sirva para hacer una síntesis superadora de un gobierno consistente y plural a favor del pueblo”.
Kirchner reiteró una frase que alimenta la duda sobre si su madre Cristina será candidata a presidenta al plantear: “No sé quién va a ser candidato o candidata, pero los convoco a no seguir a un apellido sino a una idea de país”.
“El 10 de diciembre, el primer día de gobierno, se tiene que cerrar el Ministerio de la Venganza que abrió Mauricio Macri y volver a abrir el Ministerio de Trabajo y de Salud”, concluyó.
Fue Gabriela Cerruti la que sintetizó el eje de la mayoría de la veintena de discursos al manifestar que “la unidad es necesaria para triunfar, pero sabiendo que la líder es Cristina Kirchner, en el lugar que ella quiera”.
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