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El fiscal Abel Córdoba había pedido la detención del hijo del empresario luego de obtener información de la UIF; es por la causa conocida como "la ruta del dinero K"
Martín Báez, hijo del detenido empresario santacruceño Lázaro Báez, se presentó pasado este mediodía a las 13.31 en el juzgado federal de Río Gallegos, acusado de haber movido millones de dólares a pesar de estar imposibilitado por la justicia y, ante su no presentación en Buenos Aires, en el TOF 4, en el juicio por lavado de dinero, el presidente del tribunal, Guillermo Costabel, intimó a través de uno de sus abogados a que se presente hoy o sería detenido.
Solo, con el cabello largo atado con una gomita, de zapatillas y campera oscura, Martín Báez ingresó al edificio ubicado en San Martín y Zapiola de esta capital y se dirigió a la mesa de entradas. Báez pudo acceder al edificio porque, a pesar de que cierra al público a las 13,00, aún quedaban empleados trabajando.
El juzgado está a cargo del titular del de Comodoro Rivadavia, Leal Ibarra, quien no se encuentra en esta capital.
El fiscal Abel Córdoba había pedido la detención de Martín Báez, el hijo del empresario Lázaro Báez por violar un embargo e inhibición judicial en la causa conocida como "la ruta del dinero K". El funcionario judicial tomó la decisión tras conocer información clave aportada por la Unidad de Información Financiera (UIF).
Tras esa solicitud, el Tribunal Oral Federal 4 (TOF 4), presidido por Néstor Costabel, María Gabriela López Íñiguez y Adriana Pallioti, intimó al mayor de los hijos varones de Lázaro Báez a que se presente en el juicio sino también ordenarán su inmediata detención.
Sobre Martín Báez pesaba un embargo que supera los diez mil millones de pesos. Sin embargo, la Justicia detectó movimientos por cinco millones de dólares en el marco de medidas cautelares impuestas sobre él, por lo que la Justicia pidió que quede detenido.
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Los abogados defensores de Báez presentaron un escrito, en el que alegan que el hijo del empresario kirchnerista no pudo asistir a la audiencia por problemas familiares. Sobre esas dificultades, solamente se mencionó que se relacionan con uno de sus hijos.
Junto a sus tres hermanos y su padre, el empresario y ex socio comercial de la familia Kirchner, están acusados de lavado de activos por 60 millones de dólares.
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