En un ambiente caldeado por una propuesta del kirchnerismo, se votó el artículo 2 y el resultado fue
128 votos y 0 diputados identificados, según mostró el tablero electrónico del recinto de Diputados.
Ante este sorpresivo resultado y el breve festejo de la oposición, la presidencia de la Cámara de Diputados, a cargo de Julián Dominguez, aclaró rápidamente que hubo un
"error" en dos votos que no ha sido tomado por el
sistema electrónico que utiliza la Cámara baja para el conteo.
Los dos diputados nacionales sindicados como los legisladores en conflicto fueron dos de los incluídos en la lista como indecisos:
Alicia Comelli (MPN-Neuquén) y Juan Carlos Forconi (FpV-La Pampa)Ese momento fue el más tenso de la maratónica sesión que comenzó al mediodía de este miércoles, ya que la oposición comenzó a acusar de "fraude" al oficialismo por intentar volver a votar este artículo.
Si bien la nueva votación terminó con los mismos 130 votos que obtuvo el proyecto de ley en general, la polémica quedó instalada en la oposición que luego
se retiró del recinto de la Cámara baja. Desde la Presidencia y los propios legisladores del Frente para la Victoria explicaron que en sesiones largas suceden problemas técnicos que luego son aclarados por la auditoria de la Cámara de Diputados.
Rossi casi a las piñas
Al momento de la votación en particular, el jefe de la bancada oficialista
, Agustín Rossi, sugirió que se unifiquen ambas votaciones al ampararse en el artículo 192 del reglamento de la Cámara baja, que establece que "toda votación se limitará a un solo y determinado artículo, salvo que la Comisión de Labor Parlamentaria o el cuerpo acordaran hacerlo capítulo por capítulo o título por título". El proyecto, advirtió el diputados santafesino, no tiene artículos ni títulos.
De inmediato, todos los legisladores opositores saltaron de sus bancas, al borde de un ataque de nervios.
"¡Tramposo! ¡Fraude!", le espetaban a grito pelado los radicales Juan Pedro Tunessi y Ricardo Gil Lavedra, entre otros.
"Los únicos que han hecho trampa durante toda la sesión son los diputados de la oposición", les respondió Rossi.
La desesperación fue tal que Tunessi,
Patricia Bullrich, Eduardo Amadeo y Graciela Camaño se acercaron al estrado principal para increpar a un Julián Domínguez que insistía en bajar el tono.
Fue entonces cuando el pleno de la oposición se alzó en coro bajo el grito de
"¡fraude, fraude!" y Camaño tiró del cable del micrófono del Presidente y revoleó la campanita del estrado. Cabe recordar que Camaño fue la diputada que le pegó una piña al diputado del Frente para la Victoria Carlos Kunkel en 2010.
"Violan la Constitución porque no tienen la mayoría para aprobar el proyecto", tildó Gil Lavedra, quien advirtió que no se había nada acordado en la Comisión de Labor. Tanto él como Camaño y Federico Pinedo presentaron sus cuestiones de privilegio, pero Elisa Carrió fue más allá y anunció que denunciaría penalmente a Domínguez por "violación de los deberes de funcionario público".
Coronó las réplicas
Jorge Yoma, quien sostuvo que "ni los treinta años de democracia ni este Congreso merecen tamaña degradación".
El riojano se ganó los aplausos de la oposición, mientras un desencajado Rossi no dejaba de tomar agua.
Con ese contexto y ante la sorpresiva derrota por un error, Rossi, apodado
"Chivo" por su temperamento, se levantó de su banca y fue al estrado a hablar con Domínguez.
Fue allí cuando los insultos provocaron una violenta reacción de Rossi, quien casi se agarra a trompadas con los opositores y fue retenido por sus propios compañeros de bancada.
Tras los escándalos y la polémica por la votación del artículo 2, el oficialismo aprobó en particular todos los artículos con el mismo resultado 130, por lo que se despeja cualquier tipo de dudas.