Busca dejar atrás la media docena de encuentros sin ganar; el último fue ante Colón en Santa Fe. Debutó el juvenil Lucas Vega, quien llegó en enero desde Racing y firmó su primer contrato como profesional.
Falta de puntería, vacío de confianza, errores de todo calibre forman parte del presente de Almirante Brown, en donde, a la vez, reina la fibra y la voluntad por emerger de las profundidades. El mapa está lejos de ser el ideal para un Mirasol que el próximo domingo desde las 15.30 se presentará en el Fragata Presidente Sarmiento para recibir a Mitre, de Santiago del Estero), bajo la conducción de Carlos Córdoba, en el marco de la 23ra. fecha de la Primera Nacional.
Desconcentraciones y errores, dos ítems que acompañaron a Almirante en su paso por Santa Fe. El Pulga Rodríguez vio que el área rival era un caos; varios jugadores discutían, entonces sacó rápido un córner, le puso la redonda en la cabeza a Federico Jourdan, quien en soledad anotó el gol, que representó la victoria de Colón y una nueva frustración del equipo de Guillermo Szeszurak.
Con eso, el Sabalero salió de pobre y le aportó más dudas a la vida mirasol. Es que el equipo no aparece, intenta pero continúa siendo presa de la falta de puntería y de ideas.
Sólo por ello, Colón, que atraviesa una profunda crisis, rompió una mala racha de cinco derrotas consecutivas. En contrapartida, Almirante no detiene la profundización de su presente, puesto que acumula media docena de partidos sin ganar, que sería argumento para las sombras del descenso.
Y no ha caído en ese túnel por obra y gracia de Defensores Unidos y Talleres de Remedios de Escalada, que suman 10 y 8 puntos, respectivamente, lejos por ahora de los 18 del equipo de Casanova. Tan lejos, como Brown de quien lo precede, Colón, que suma 24 puntos.
Por todo ello, ante Mitre, el equipo del Búfalo necesita sumar una victoria, pero deberá cambiar y evitar pecados capitales: errores de todo calibre, desconcentraciones, impericia a la hora de mirar el arco de enfrente. Y por ahora, está a tiempo.
Por otro lado, en medio de tanto desierto, apareció una señal refrescante con Lucas Vega. El juvenil formoseño, de 21 años, fue protagonista de días de emoción particular, puesto que firmó su primer contrato como profesional y debutó en el primer equipo de Almirante en Santa Fe, aunque no fue el mejor, ya que fue con derrota.
El delantero llegó a Almirante en enero pasado, proveniente de Racing. “Estoy muy contento por cumplir un sueño que tenía desde chico. Lástima la derrota, porque duele, pero estoy feliz en lo personal. El Búfalo me pidió que disfrute y que le pegue al arco”, señaló el delantero nacido en El Colorado.
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