Los incidentes sucedidos en el encuentro que tuvo al Tambero frente a Berazategui le costarán caro a un club que trata por todos los medios de mejorar su futuro, pero que aún padece resabios de un pasado gris.
Las imágenes recorrieron todos los medios y la noticia del ascenso fue sin dudas los incidentes que se dieron en el Rodolfo Capocasa, cuando un número de hinchas de Claypole se pasaron a la tribuna donde estaban los allegados de Berazategui y comenzaron a agredirlos. Ni la intervención de los propios futbolistas logró frenarlos. A la espera de una sanción dura por parte de AFA, se conocieron los entretelones de lo que motivó la agresión.
Una bengala color naranja que salió desde atrás de la tribuna de Claypole fue la provocación que desató la desmedida reacción de la parcialidad loca. Lo cierto es que, luego de la agresión a la comitiva de Bera, los hinchas no se calmaron, pero sí pudieron explicar los motivos de su inexplicable violencia. Desde el lado del Naranja afirman que no se trató de una provocación para con el pueblo tambero, sino que fue un mensaje para la Agencia de Prevención contra la Violencia en el Deporte (APreViDe), organismo que sancionó a la ADB luego de que su parcialidad se enfrentara con la policía.
Lo cierto es que por la viveza de unos y por la violencia de otros, pagarán los hinchas y socios del Tambero, que desde hace meses busca una salida a una situación crítica que lo acompaña de forma añeja y que ahora deberá pagar con puntos, localía, y hasta tal vez con dinero, por la parte más negativa del auto aclamado folklore de fútbol.