El hecho quedó al descubierto cuando la progenitora llevó a León, de 18 meses, al Hospital El Cruce, donde al ser revisado por los profesionales quedó todo al descubierto.
La Justicia quilmeña condenó a cadena perpetua a la madre y el padre de León, el bebé de 18 meses que fue asesinado y torturado en una vivienda de Berazategui, en un fallo emotivo que reunió a todos los familiares de la víctima, quienes sostuvieron que realizaron múltiples denuncias policiales antes de que todo terminara en un homicidio pero que nadie los escuchó, en tanto que ahora los implicados pasarán el resto de sus vidas tras las rejas por toda la crueldad desplegada contra el menor.
Se trata de un caso que marcó una de las páginas más tristes de la historia del distrito, por la brutalidad con la que los progenitores se manejaron con su hijo más pequeño. Se ensañaron con él, pero también eran padres de otros niños, a los cuales les pegaban, entre otras cosas impactantes que confesaron sus familiares en la cita judicial. Así las cosas, los culpables cumplirán con la correspondiente sanción por el resto de su vida.
Todo comenzó el 19 de septiembre de 2021, casi cuatro años exactos atrás, cuando Yésica del Carmen Aquino, madre de León, llevó de urgencia al bebé de 18 meses al Hospital El Cruce de Florencio Varela. Al ingresar y dialogar con una doctora, le dijo que el chico se había ahogado con leche y que estaba descompuesto. Sin embargo, la profesional lo revisó y se dio cuenta que tenía signos de tortura.
Había hematomas en su cuerpo, una mordedura que luego se comprobó que había sido por parte de su propia mamá, llagas y hasta una aguja oxidada clavada en su espalda. Este elemento permanecía allí desde hacía un mes y a raíz de ello la víctima sufrió una septicemia que lo llevó a la muerte.
“Primero le rogué a mi hermana que me diera a León para cuidarlo. Le dije que no iba a denunciarla, pero no quiso saber nada. Después empezamos a denunciarlos en todas partes. Los chicos estaban solos, les tiraban agua fría, les pegaban con palos, les ponían pimienta en la comida. A León lo dejaban horas mojado frente a la ventana en pleno invierno”, sostuvo una de las familiares en pleno juicio.
Lo cierto es que los magistrados a cargo del juicio desarrollado en el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) número 1 decidieron “condenar a Yesica del Carmen Aquino a la pena de prisión perpetua por homicidio agravado por el vínculo, ensañamiento y alevosía, en segundo orden condenar a Roberto Carlos Fernández a la pena de prisión perpetua por homicidio agravado por ensañamiento y alevosía”.
La fiscal defensora fue María de los Angeles Attarian Mena, quien durante el juicio dio detalles acerca de las pericias realizadas a los otros hijos de los asesinos. Ellos estaban al tanto de lo que le sucedía a León, ya que los agresores, que no reconocieron su culpabilidad, se enfocaron en torturarlo sistemáticamente.
“Muchos de estos nenes no pudieron poner en palabras todo lo que estaba sucediendo… Se secuestró un dibujo donde se ve una persona grande con rayas, como si fueran pinches, rodeando a alguien más chiquitito. Uno puede suponer que es León”, relató la agente judicial.
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