El Gasolero perdió una gran oportunidad de asegurar su clasificación en el Beranger. Sintió las bajas de piezas clave y no pudo con un Pincha efectivo.
Temperley dejó escapar en Turdera una chance de oro. Por la fecha 32 de la Primera Nacional, el conjunto de Rubén Forestello cayó 3 a 1 frente a Estudiantes de Buenos Aires. La derrota duele doble: por un lado, porque se produjo en casa, donde el equipo venía sólido; y por otro, porque el Celeste dependía de sí mismo para sellar el boleto, pero lo desaprovechó.
El panorama ya estaba condicionado desde la previa. La ausencia de tres nombres pesados —Bruno Duarte, Gabriel Esparza y Ezequiel Mastrolía— dejó huecos difíciles de tapar. Del otro lado, un Estudiantes práctico, veloz y contundente, supo capitalizar cada momento a su favor y se llevó un triunfo de jerarquía que lo mantiene en la pelea por el liderazgo de la zona.
El arranque fue cuesta arriba para Temperley. A los 4 minutos, Jorge Correa, una de las figuras de la tarde, abrió el marcador con un tiro libre exquisito que dejó sin reacción al arco local. El golpe temprano obligó al Gasolero a reaccionar y lo hizo rápido: a los 12, Adrián Arregui conectó de cabeza para igualar el resultado y devolverle esperanza al Beranger. Sin embargo, la alegría duró poco. Apenas nueve minutos más tarde, Santiago Briñone volvió a desnivelar para el visitante con otro cabezazo certero.
Ese 2 a 1 parcial dejó al local en una situación incómoda. El equipo del "Yagui" Forestello buscó nuevamente el empate, incluso llegó a festejarlo con un tanto de Lorenzo Monti, pero el árbitro Felipe Viola lo anuló por posición adelantada. Fue un mazazo que se sintió en el clima del partido: Estudiantes aprovechó la confusión, manejó los tiempos y estuvo cerca del tercero antes del descanso.
El segundo tiempo mostró la reacción que se esperaba del Gasolero. Desde el inicio, Javier Toledo tuvo una oportunidad clarísima de cabeza, pero el arquero Matías Budiño respondió con una atajada soberbia que sostuvo la ventaja del Pincha. Esa acción encendió la ilusión en Turdera, y durante varios pasajes Temperley tomó el control del juego. Sin embargo, la falta de precisión en los metros finales terminó siendo decisiva.
A los 17 minutos llegó el golpe que sentenció la historia. Otra vez apareció Jorge Correa, que coronó su gran tarde con un golazo que significó el 3 a 1 definitivo. A partir de ahí, Estudiantes se dedicó a manejar la ventaja con solvencia. Con líneas compactas, neutralizó cualquier intento de remontada y frustró los esfuerzos del local, que se quedó sin argumentos para soñar con la heroica.
El balance dejó sensaciones encontradas: Temperley mostró actitud, pero padeció las bajas de jugadores clave y la falta de eficacia en momentos determinantes. Estudiantes, en cambio, exhibió contundencia en ataque y solidez en defensa, una combinación que explica por qué se llevó los tres puntos de Turdera.
Con esta derrota, el Gasolero quedó en 51 puntos y expuesto a lo que ocurra con Chacarita y Agropecuario, ambos con chances de alcanzarlo si ganan sus compromisos de visitante. En ese escenario, por diferencia de gol, Temperley podría finalizar la fecha fuera de la zona de Reducido, algo impensado horas antes de que la pelota rodara en el Beranger.
El cierre del torneo promete ser de alta tensión. Al equipo de Forestello le restan tres partidos para defender su lugar entre los ocho mejores y llegar al Reducido. La misión será recuperar soldados, ajustar detalles defensivos y volver a mostrar la versión sólida que lo llevó a esta instancia. El margen de error es mínimo y el Gasolero lo sabe: cada punto que se pierda puede costar muy caro en la recta final.