Alentador debut de Lucas Panarotti en los Fiat 600 Light

No son pocos los pilotos sureños que desde muy temprana edad se iniciaron en el karting para dar comienzo a su actividad en las competencias automovilísticas y tal es el caso del quilmeño Lucas Panarotti, quien se destacó en las competencias de Demolición, TC Rioplatense e incluso en varias oportunidades fue acompañante de Rubén Salerno en el Turismo Carretera y hasta intervino en algunas competencias del Turismo 4000 Argentino clase Light. Lucas Panarotti debutó el fin de semana pasado con los Fiat 600 Light y al respecto detalló: “En el karting competí varios años, época en que gané dos campeonatos y ahora decidimos ingresar a los Fiat 600 Light, después de tres años de estar inactivo. Es una linda categoría para iniciarse porque no demanda mucho presupuesto y se utilizan motores estándar lo que permite tener un parque de 40 autos que la hacen muy competitiva. La preparación está a cargo de El Tala que son unos chicos de Lanús, que arman cinco o seis autos, anda muy bien y ya se encuentran peleando el campeonato”. Sobre la prueba, puntualizó: “La verdad es que no me puedo quejar. Yo ya ingresé con la pretensión de terminar entre los diez de punta y felizmente lo logré. En la clasificación quedé 15º, en la serie terminé sexto y en la final pude lograr el octavo puesto, largando desde el 11º lugar de la grilla. Considero que también me favorecieron algunos toques que se produjeron adelante y también en haber podido superar algunos autos, pero el balance resultó positivo si tenemos en cuenta la gran cantidad de autos que se presentaron a tal punto que debimos utilizar el circuito grande del Mouras”. Después agregó: “Yo fui a terminar la carrera. Mi intención fue la de no molestar a ninguno ya que se encuentran en la época de las definiciones del campeonato. Estas carreras para mí son de aprendizaje, que me resultará muy importante para iniciar el próximo año, con el conocimiento del circuito y de la categoría, dos cosas muy importantes. Sólo me resta agradecer a la gente que me auspicia, a mi tío Ariel por su apoyo incondicional, a mis padres pese a que no querían que corriera y a Darío por la gran mano que me brinda permanentemente”.