Hubo serias críticas por la ausencia de personal médico y enfermeros, que se sumó a la escasez de insumos. Aseguran que efectivos de la Seccional 1era. de Quilmes le pusieron candados a la puerta para que no ingrese más gente.
El Hospital "Isidoro Iriarte" de Quilmes fue epicentro de incontables críticas por parte de familiares de pacientes, quienes se quejaron por la "casi nula" presencia de médicos y enfermeros desde el miércoles pasado. El malestar se incrementó por la escasez de insumos, a tal punto que los propios enfermos o sus allegados deben hacerse cargo de pagarlos para que puedan ser atendidos.

Momentos de gran tensión y nerviosismo se vivieron ayer en la puerta del nosocomio, ya que -según denunciaron- "muchas personas que querían ingresar a la guardia no podía hacerlo, porque personal policial de la Comisaría Primera de Quilmes había cerrado las puertas con candado.

Algunos damnificados por esta situación dialogaron con El Quilmeño y manifestaron toda su indignación al respecto.

"Está la policía, cerraron la puerta. No quieren atender, está muriendo gente ahí adentro", afirmó exaltado por la bronca Javier Barrera, un vecino de Quilmes que acompaña a su hermano, quien recibió cuatro puñaladas y ahora pelea por su vida.

Asimismo, el hombre señaló que "parece un penal" el hospital, porque bloquearon el ingreso y nadie puede ingresar. "Atienden al que quieren. Encima, mañana (por hoy) va a seguir esta situación porque también es feriado. Mi hermano está internado desde el viernes y me dijeron que recién este miércoles me van a dar un parte médico, porque no hay personal para hacerlo".

Por cuenta propia

En el mismo sentido, Barrera se quejó porque tuvo que comprar los insumos médicos para la operación de su hermano. "Hilo de coser, anestesia, gasas y cinta me pidieron para la cirugía, porque no tienen nada", remarcó.

Otro vecino de Quilmes también protestó por las deficiencias en la atención. "Vine a traer a mi hija porque se rompió la cabeza y ni siquiera una radiografía le hicieron", aseveró a este medio Guillermo Armeli, quien realizó bajo la lluvia una especie de acampe en la puerta de la guardia, ya que no tiene otra opción para que su hija reciba curaciones en sus heridas.

"La gente se va sin que la atiendan", continuó Armeli, quien -luego- sostuvo que "rebotan embarazadas y a enfermos leves en la puerta de la Guardia Médica".

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