El jefe de Gabinete del Municipio de Quilmes, Ariel López, salió a responder con firmeza a quienes piden su renuncia por haber sido funcionario durante la última dictadura militar, al afirmar que "todo lo que se supo de la barbarie fue después" de finalizado el gobierno de facto, al tiempo que consideró "ridícula" la ley bonaerense que prohíbe ocupar cargos públicos en democracia a quienes lo hicieron entre 1976 y 1983.
En diálogo con DIARIO POPULAR, López confirmó haber sido Director de Prensa bajo parte de la intervención militar en Berazategui, entre 1981 y 1983. La polémica surge en relación al artículo 3, inciso i, de la Ley Provincial N° 14656, la cual establece que no podrá ingresar a la Administración Municipal "el que haya ejercido cargo de titular de los diferentes poderes ejecutivos, ministros, secretarios, subsecretarios, asesores o equivalentes en cualquier dependencia del Estado nacional, provincial o municipal, en períodos de interrupción del orden democrático".
"Me parece ridículo, la norma debería apuntar a quienes aplicaron el terror y tuvieron desempeños nefastos. En Berazategui éramos todos civiles y vecinos, no militares", enfatizó el funcionario de mayor confianza del intendente de Quilmes, Martiniano Molina. "Si todos los que ocuparon un cargo durante la dictadura no podrían hacerlo ahora, no quedaría nadie", exclamó López, al tiempo que añadió: "Los que me critican deberían presentar su curriculum. Yo tengo una carrera intachable de 30 años. Nunca tuve una denuncia en contra".
Los Mussi, no
Para el jefe de Gabinete de Quilmes, las acusaciones responden a una "operación en su contra", pero descartó que quienes busquen perjudicarlo sean sus ex amigos, Juan José y Patricio Mussi, quienes se enojaron con él por haber aceptado el cargo que le ofrecía Martiniano. "Serían incapaces. No pienso ni un segundo que fueron ellos. No sé quién es el autor de esta bajeza, pero seguramente es alguien al que le molesta la gente honesta que trabaja", sentenció López.
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