Familia varelense fue atacada por usurpadores de una vivienda

El lamentable episodio tuvo lugar en los últimos días y el desenlace fue abrumador para las víctimas, que fueron increpadas en su propia casa. Es por ello que temen salir siquiera a la vereda y precisan que el accionar de las autoridades sea rápido y conciso. Por el momento, no hay detenidos y en su lugar el yerno de quien expuso el caso está internado con cuidados constantes. Este sufrió no solo los puntazos en su cuerpo, sino que además golpes en su rostro que lo dejaron desfigurado y con fracturas.

Ocurrió en el barrio Tres de Mayo, específicamente en una vivienda situada en la calle 414 A al 1427, cuando en la vivienda de Felisia Antonia Román y su marido, Rodríguez Vázquez, un grupo de personas que son familiares entre sí ingresó por la fuerza tras una disputa verbal. Es una pelea de vieja data y, según trascendió, los agresores están usurpando un domicilio, motivo por el cual están en el ojo de la Justicia.

Allí fue que el joven que salió lastimado se interpuso y se llevó la peor parte. Lo apuñalaron en el abdomen en reiteradas ocasiones, lo golpearon en el piso, le fracturaron la mandíbula y terminó con heridas en los brazos. Lo mismo sucedió con los demás, que denunciaron que fueron atacados mientras estaban tirados en el suelo sin ningún tipo de piedad y que pensaron que los iban a matar. Los usurpadores no temieron usar los puñales y actuaron con total violencia, aunque se marcharon antes de cometer un homicidio.

De inmediato, pidieron asistencia médica al SAME y con una ambulancia fue trasladado al Hospital Mi Pueblo, donde lo atendieron y le hicieron las respectivas curaciones. Allí determinaron que tenía el hígado comprometido y lo dejaron internado para seguir de cerca su evolución. Su pronóstico es complicado y están a la espera de mejoras inmediatas en su estado de salud para que pueda salir lo más rápido posible.

Lo más curioso de todo esto es que, a pesar de la denuncia policial realizada por los damnificados, la Justicia no les puso orden de restricción perimetral a los agresores. Las víctimas, como así también los propios vecinos, temen salir a la calle y cruzárselos, ya que andan deambulando libremente por el barrio.

El caso está en manos de la Unidad Funcional de Instrucción N° 6 y los violentos deberán afrontar las diversas causas por usurpación de vivienda e intento de homicidio.