Quilmeño
El temor creció en las últimas horas por los ataques perpetrados, aparentemente, por una presunta red de trata que pretende raptar jóvenes mujeres para introducirlas en el mercado sexual. La policía ya inició la búsqueda del auto.
El barrio El Dorado de Quilmes Oeste fue epicentro de una seguidilla de intentos de secuestros perpetrados por al menos cuatro individuos, quienes se movilizan en un automóvil Ford Falcon de color amarillo, con el objetivo de secuestrar jóvenes mujeres para introducirlas en el mercado sexual.
Hasta el momento, fueron tres los casos identificados y no se descartan nuevos ataques.
El accionar de los secuestradores, aparentemente miembros de una red de trata, alteró los ánimos de los quilmeños de esa zona y puso en alerta a las autoridades policiales de la jurisdicción.
Consultado por El Quilmeño, Osvaldo Tondino -un referente provincial de la lucha contra la esclavitud sexual, quien además es presidente de la Federación de Entidades de Fomento y Organizaciones Libres del Pueblo de Quilmes- explicó: "La comisaría 9na. inició una serie de rastrillajes y logró interceptar a tres Falcon de color amarillo, pero ninguno de ellos era el vehículo utilizado por esta banda criminal".
En relación a las prevenciones que se deben tomar por estos casos, Tondino aconsejó que "las mujeres no deben acercarse a un auto para responder preguntas". "Por más que queden como groseras, hay que tratar de evitar a quienes 'chamuyan' a las jóvenes desde arriba de los coches, porque lo más probable es que no tengan buenas intenciones", remarcó y, luego, expresó: "Es fundamental que los medios alerten lo que está pasando, y que los padres de las adolescentes alerten a sus hijas para que no caigan en ninguna trampa".
Tres casos
Desde que estalló el pánico en el Dorado por el Falcon amarillo, se registraron tres casos. Quizás el más resonante de los tres fue el que tuvo como víctima a una joven de 20 años, quien habría sido perseguida por un hombre por la calle Albarracín cuando se dirigía a trabajar a la mañana. Según trascendió, un hombre se bajó del vehículo mencionado y la comenzó a correr, pero la adolescente pudo refugiarse en un comercio y salvarse.
En los otros dos intentos de secuestro, vecinos que presenciaban ambos ataques "comenzaron a gritar" para espantar a los delincuentes, logrando que las damnificadas no sean raptadas. Por ahora, el miedo y la preocupación de los vecinos continúan.
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