Quilmeño
Ante el operativo -que contó con la participación de 42 uniformados-, los puesteros habituales decidieron evitar desarrollar su actividad, aunque algunos anticiparon que no se van a quedar de brazos cruzados.
Con un gran despliegue, en el que formaron parte 42 uniformados de distintas fuerzas de seguridad, comenzó el operativo para evitar la instalación de manteros sobre la Peatonal Rivadavia y alrededores, de Quilmes Centro.
El accionar se inició en la mañana de ayer, cuando miembros de la Comisaría 1ª, del Grupo de Apoyo Departamental (GAD), Policía Local más un cuerpo de oficiales motorizados e integrantes de la Agencia de Fiscalización llegaron al lugar con el objetivo de "recuperar el espacio público".
Para cumplir con esta premisa, se dio orden de decomisar las pertenencias de estos vendedores ilegales. Tablones, sillas y hasta un cofre fueron secuestrados. Algunos de estos elementos se encontraban encadenados a las vallas metálicas que están a los costados de la concurrida calle comercial.
Asimismo, los agentes de fiscalización detectaron a su vez que circulaba por la zona un automóvil identificado como uno de los que provee la mercadería. Sin embargo, como no paró para descargar, no hubo necesidad de actuar sobre él.
Ante semejante operativo, los manteros habituales decidieron evitar desarrollar su actividad, aunque algunos anticiparon que no se van a quedar de brazos cruzados.
A propósito, el secretario interino de Seguridad, Adrián Cassino, remarcó que la presencia policial "no se va a quitar y ante cualquier intento de que los manteros vuelvan sin estar habilitados, van a avisar". En este sentido, otros funcionarios municipales anticiparon que se está estudiado la reubicación de aquellos vendedores que no tengan problemas con "la ley y el fisco."
Por eso, señalaron que uno de los lugares que se está evaluando para concretar la relocalización de los manteros es la zona Oeste de la estación de Quilmes.
En tanto, adelantaron que, para la semana que viene, se montará un accionar similar en la zona de las paradas de colectivos de la plaza de la estación.
No se quieren ir
Uno de los vendedores históricos de la Peatonal Rivadavia, conocido como El Uruguayo, le dio el visto bueno al operativo aunque tomó una postura de resistencia. "No se podía caminar, lo veo muy bien. Pero la única sabiduría que tengo es esta. No sé robar, no sé agarrar una pala y un pico. Ir no me voy a ir", enfatizó.
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