Vecinos de Quilmes Centro vivieron un calvario por más de 30 horas, dado que tras la explosión de un medidor de Edesur situado en San Martín 591, un edificio de 18 pisos y locales aledaños quedaron sin servicio de luz y por consiguiente de agua. Pese a los numerosos reclamos, la prestataria no brindó ninguna solución.
Bronca e indignación es lo que sienten los vecinos porque no es la primera vez que explota esa caja medidora ubicada frente al edificio de San Martín 591, entre Peatonal Rivadavia y Alsina, en el centro de Quilmes. Como en las veces anteriores la solución se tardó entre tres y cinco días, temen correr la misma suerte, en una semana con altas temperaturas.
Varios locales comerciales de la cuadra estuvieron sin servicio de luz pero la peor parte se la llevan los moradores del edificio situado frente al medidor, que tiene 18 pisos y desde el miércoles están sin ascensores y por consiguiente sin agua.
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Andrea Romeo vive en el piso 17 y al respecto cuestionó la falta de respuestas de la empresa Edesur: “Esto es inhumano, ya es la tercera vez en dos años que explota el medidor y se ve que lo arreglan mal porque sino no se entiende qué sucede”.
El hecho ocurrió el miércoles por la mañana cuando tras una fuerte explosión “comenzó a salir humo de la caja metálica” situada en la vereda y “desde ese momento varios vecinos empezamos a llamar desde nuestros celulares a Edesur, nos daban número de reclamo y nos decían la luz vuelve a tal hora, pero era mentira y así nos tuvieron todo el miércoles sin una solución”, resaltó Romeo.
A este inconveniente se suma que “más de la mitad de los vecinos que viven en el edificio son gente muy mayor que no puede andar subiendo y bajando y es insoportable estar así porque hace mucho calor, no hay agua para refrescarse y un bidón de 5 litros es muy pesado para subirlo por las escaleras”.