El aberrante hecho ocurrió en el barrio La Rotonda de Florencio Varela y salió a la luz después de que la madre de la pequeña advirtiera lesiones en las partes íntimas de su beba, luego de que su esposo fuera a higienizarla.

Un joven abusó sexualmente de su hija de apenas un año cuando le fue a cambiar los pañales, un aberrante hecho que ocurrió en Florencio Varela y fue descubierto por su esposa y madre de la pequeña víctima, quien, al ver que la niña tenía lesiones en sus partes íntimas, pidió ayuda a sus padres y vecinos para detener al violador, que intentó darse a la fuga al verse acorralado.

Todo comenzó cuando el sujeto, de 19 años, se levantó para higienizar a la bebé en horas de la madrugada. Según declaró la madre de la niña en sede judicial, esa noche la escuchó llorar un poco más fuerte que lo habitual, pero la criatura solía quejarse cuando la cambiaban y, por ese motivo, no se alarmó.

Al día siguiente, cuando ella fue a cambiarle los pañales observó que tenía lastimaduras y hematomas en los genitales y el ano. De inmediato llamó a su madre, que vivía a la vuelta de su casa, para pedirle ayuda. Cuando llegó la mujer, acompañada de su actual pareja, el abusador, que estaba trabajando en una vivienda de al lado, se percató de que algo ocurría y regresó a su hogar.

Cuando entró y vio la situación de crisis preguntó qué estaba pasando. Fue entonces que su concubina, entre lágrimas y gritos, le recriminó que había violado a la hija de ambos. Acto seguido, la joven se subió a un remis con su madre para llevar a la pequeña hasta el Hospital Mi Pueblo y que reciba atención médica.

La pareja de la abuela de la niña se quedó en la casa con el acusado y comenzó a llamar al 911. En ese momento, el joven intentó escapar varias veces y no le permitía al hombre culminar la denuncia telefónica. Por eso, salió a la calle y pidió ayuda a los vecinos.

En cuestión de minutos, varios habitantes de esa zona, conocida como el barrio La Rotonda, acudieron ante el llamado de auxilio y lo ayudaron para reducir el padre de la nena ultrajada. Cuando le recriminaron lo que había hecho, el acusado, sin descaro, confesó el delito y dijo: “Estaba re zarpado y no me daba cuenta lo que hacía”.

Esas palabras enardecieron al vecindario y muchos de los presentes intentaron lincharlo, pero en ese momento arribó al lugar un móvil policial que trasladó al sujeto hasta la Comisaría 6ta. de Ingeniero Allan, donde quedó detenido.

Fuentes cercanas a la investigación revelaron a El Quilmeño que la beba de un año fue analizada por forenses del Cuerpo Médico de la Policía Bonaerense, quienes constataron que tenía “lesiones compatibles con abuso sexual”.

En el caso intervino la Unidad Funcional de Instrucción N° 8 de Florencio Varela. El acusado, a diferencia de lo que había hecho ante los vecinos, se negó a declarar ante el pedido de la fiscal, quien solicitó que quede detenido.

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