Con el objetivo de sensibilizar a la población respecto a los temas críticos que acontecen en distintas parte del mundo vinculados con la alimentación, en el año 1979 la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) estableció que todos los días 16 de octubre se celebre el Día Mundial de la Alimentación. A lo largo de los años, la FAO ha adoptado diferentes consignas con el fin de destacar áreas necesitadas de reformas sociales. Este año el lema es "El clima está cambiando. La alimentación y la agricultura también".
En este sentido, en los últimos años han ido surgiendo en todo el mundo, y nuestro país no es la excepción, distintas corrientes que proponen restricciones a ciertos grupos de alimentos, llegando incluso a demonizarlos de tal manera que proponen basar la dieta solamente en grupos reducidos.
"Es muy importante destacar que esto no es correcto y solamente aporta confusión a un tema cada vez más sensible. Recordamos que no hay 'alimentos prohibidos' para alimentarnos de manera saludable y, por el contrario, es fundamental realizar las cuatro comidas diarias, en donde estén presentes todos los grupos de alimentos, de forma variada y equilibrada" destacan desde la Sociedad Argentina de Nutrición (SAN).
Las "Guías Alimentarias para la Población Argentina", publicadas el año pasado por el Ministerio de Salud de la Nación, nos ofrecen una herramienta que nos permite conocer la distribución de los alimentos que deben componer el menú diario, para desarrollar hábitos alimentarios correctos y saludables.
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Esto queda representado de manera muy explícita en la "Gráfica de la Alimentación Saludable", que permite diferenciar claramente los diferentes grupos de alimentos y las proporciones de consumo recomendadas para cada uno de ellos. El grupo de mayor tamaño es el de las verduras y frutas, que deberán acompañar todas las comidas, cubriendo cinco porciones diarias.
Le sigue en tamaño el grupo de legumbres, cereales, vegetales feculentos, panes y pastas, de los que se recomienda elegir las opciones integrales para aumentar el consumo de fibra. Otro de los grupos importantes es el de leche, yogur y queso, cuya recomendación es de tres porciones diarias (ej: un vaso de leche, un pote de yogur y 30 gramos de queso). La ingesta de este grupo nos permite incorporar nutrientes indispensables, como proteínas de alto valor biológico, calcio, vitaminas A y D. Por otro lado, son un excelente vehículo para la fortificación con nutrientes como el hierro, vitamina C, DHA, fitoesteroles, Omega 3, entre otros. Todos sumamente beneficiosos para la salud.
Por otra parte, el grupo de las carnes y huevos debe consumirse una vez al día e incluye todos los tipos de carne, aunque se recomienda incrementar la ingesta de pescados, debido al poco consumo que presenta nuestra población.
El grupo de aceites, frutas secas y semillas, debe ingerirse idealmente como condimentos, es decir, de forma moderada porque presenta una densidad energética superior a los otros grupos, pero que no deja de ser indispensable y necesario aportar en la dieta diaria. Por último, el grupo de dulces y grasas se presenta como opcional, ya que solamente aporta saciedad y placer, aunque su ingesta no aporta cantidades significativas de nutrientes como para reemplazar a alguno de los otros grupos. Es clave destacar el rol que cumple el agua, que deberá consumirse de forma abundante todos los días. La recomendación es de 2 litros diarios. Su ingesta es fundamental para la hidratación del organismo y a regular sus funciones.
Se recomienda cocinar con poca sal y reducir su agregado a las comidas, al igual que el consumo de alimentos ricos en sodio. Para finalizar, no hay que olvidar de realizar actividad física y adoptarlo como hábito de vida. Las Guías Alimentarias nos muestran que es posible comer bien y sano, y nos señalan que no hay alimentos prohibidos, sino cantidades excesivas y formas de comer diferentes.