El objetivo consiste en descartar de las cartas de la mano para exponerlas sobre la mesa en combinaciones con un mínimo de tres cartas, con el fin de alcanzar, antes que los contrarios, el mínimo de 1.500 puntos necesarios para ganar la partida, en uno o varios juegos parciales.
El pinacle es un juego para
cuatro jugadores, que se enfrentan entre sí formando dos parejas. Los componentes de la pareja se sientan en la mesa de juego enfrentados e intercalados con los jugadores de la pareja contraria. Estas parejas pueden estar convenidas de antemano o pueden determinarse por sorteo.
Para jugar al pinacle
se utilizan dos barajas inglesas de 52 cartas más 2 comodines o jokers por baraja. Es decir que se juega con un total de 108 cartas. Algunos jugadores sólo añaden un comodín joker por baraja, de modo que sólo utilizan 106 cartas. En el caso de que haya seis jugadores que formen tres parejas, se utilizará una tercera baraja extra de 54 cartas, pero no en el caso de seis jugadores enfrentados tres contra tres.
El juego se desarrolla de la siguiente forma: el jugador de la izquierda del dador es el mano, es decir el primero en jugar. Cada jugador en su turno puede tomar la carta superior del mazo o el pozo de descartes que se va dejando descubierto sobre la mesa. Hay que tomar todo el pozo, aunque sólo interese su carta superior. Luego, puede exponer las combinaciones que tenga en la mano o añadir cartas a las combinaciones de la pareja ya expuestas. Finalmente, terminará el turno descartándose una de sus cartas de la mano, no de una carta que se encuentre en la mesa en alguna combinación, que dejará en el pozo de los descartes. Las combinaciones válidas del pinacle son las formadas por series de cartas consecutivas de un mismo palo o series de cartas del mismo índice. Para que una combinación sea válida y se pueda exponer sobre la mesa, debe estar compuesta por lo menos por tres cartas.
Cuando un jugador, tras su descarte, se queda únicamente con una carta en la mano, deberá advertirlo a los restantes jugadores diciendo en voz alta "pumba". Cuando un jugador está pumba, para poder terminar el juego ha de haber, por lo menos, dos descartes sobre la mesa; si sólo hay uno, deberá tomar forzosamente carta del mazo.
Cualquier jugador podrá concluir y ganar el juego cuando, llegado su turno, logre descartarse de todas las cartas de la mano, exponiéndolas sobre la mesa en una o más combinaciones o añadiéndolas a las ya expuestas. Si le quedase una carta sin combinar, también podría finalizar el juego descartándola. En este caso, el descarte se haría boca abajo, para indicar que el juego ya está finalizado. El jugador que finaliza un juego parcial tiene un premio de 20 puntos. Se denomina abatir el hecho de finalizar el juego exponiendo todas las cartas de la mano de una sola vez. Para terminar la partida, una pareja debe conseguir anotarse, en uno o varios juegos parciales, 1.500 puntos.