E n el marco del Programa de Verano “Los Derechos de los Niños no se toman Vacaciones” en la Universidad de Lanús (UNLa), una barrileteada sin precedentes fue parte de las jornada gratuitas de asistencia alimentaria, deportes y actividades culturales para chicos de entidades y comedores comunitarios de Lanús, Esteban Echeverría, Lomas de Zamora y Almirante Brown. Y luego, llegó el cierre de la edición 19 de la iniciativa.
Para la gestión, esta vez hubo algo inédito porque en el campus de 29 de Septiembre y Malabia de la UNLa 450 chicos de distintos barrios de la zona que asistieron fueron parte de un evento singular.
“Con esa barrileteada rompimos el récord argentino” explicó Julián Loiseau, coordinador del programa. “Nunca se remontaron tantos barriletes juntos en el país”, aseguró.
Los docentes y auxiliares ensamblaron los 450 barriletes blancos con cintas de distintos colores, que no sólo remontaron los chicos del programa, sino también trabajadores de la Universidad junto a su hijos, docentes y autoridades.
Al final de la jornada, a modo de regalo, los chicos se llevaron las cometas a sus casas con el nombre de cada uno escrito por ellos mismos sobre la tela.
La tarde a puro sol, con cielo despejado y el viento justo para elevar los barriletes, terminó con una enorme chocolatada y picnic al aire libre para todos.
Con el impulso que tuvo la actividad, Loiseau proyecta y se ilusiona: “El año próximo queremos incluir un taller de barriletes en el marco de lo que serán los 20 años del Programa de Verano, para que los propios chicos participen en su confección. En la Argentina no existe el Día del Barrilete, quizás sea una punta para empezar a crearlo”.
En la jornada previa a la barrileteada, los chicos participaron de una plantación de árboles, en el marco de las actividades desarrolladas sobre la concientización del cuidado del planeta.
La propia rectora de la Universidad, Ana Jaramillo, colocó tres paltas, y cada uno de los chicos ayudó a taparlas poniendo un puñado de tierra. Al finalizar, corrieron una carrera de aventura entre los árboles de 500 metros de distancia para los nenes de 5 a 7 años, y de 1.000 metros los de 8 a 11 años.
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El cierre fue con la presencia de Reyes Magos que repartieron entre los chicos pelotas, golosinas y revistas, obsequios se consiguieron gracias a un aporte que hicieron docentes de la UNLa y lo recaudado a través de almuerzos solidarios en los que participaron trabajadores y amigos. Final con emociones y un show de clownes.
El programa es una de las tantas formas en que la UNLa abre sus puertas a la comunidad, y una excelente oportunidad para que nenes se familiaricen con la institución universitaria.
Mientras aprenden oficios y artesanías, hacen deportes y juegan, los chicos conocen sus derechos en el marco de la difusión de la Convención Internacional de los Derechos del Niño, siempre hay cine y espectáculos. Ya pasaron 26 mil chicos por la iniciativa.