El histórico castillo Guerrero, ubicado en la localidad de Domselaar del partido de San Vicente, fue puesto a la venta por los herederos de la tradicional familia, que entregarán al comprador no sólo la joya arquitectónica sino también todo los que contiene, muebles, libros, adornos y todos los recuerdos.
Fue construido en 1880 en honor de Felicitas Guerrero, considerada la "joven más bella de la República" de su época. Pretendida por todos, un matrimonio por compromiso, amor, celos y muerte, pueden resumir la trágica historia de esta mujer, parte de la cuál se guarda entre las paredes de este hermoso casco de estancia.
Lo cierto es que la promoción inmobiliaria generó algunos cuestionamientos en la comunidad local, sobre el destino de lo que, en la actualidad, es uno de los atractivos turísticos del distrito, donde semanalmente llegan cientos de personas para realizar la visita guiada, que, hasta hace un año, eran realizadas por Josefina Guerrero, sobrina nieta de Felicitas. Es más, el domingo pasado, se desarrolló el evento "La joya de los salones porteños".
Esta tesoro arquitectónico de estilo francés está emplazado en un predio de 17 hectáreas y consta de 1.600 metros cuadrados construidos en cuatro lujosas plantas. En total, son unos 28 ambientes que, en promedio, tienen una superficie de 55 metros cuadrados cada uno. Fue valuado en 3,7 millones de dólares.
Allí se filmó "El cuento de las comadrejas" y "Crónica de una fuga", entre otros.
La inmobiliaria Remax tiene la exclusividad y asegura tener cuatro interesados. En el aviso publicitario se la promociona como una oportunidad "ideal" para desarrollo comercial, hotel boutique, club de polo y hasta loteo privado. El detalle interesante es que los herederos lo venden con todo lo que tiene adentro, muebles, libros, adornos, arañas y todos los recuerdos de la familia. "Todos los materiales fueron importados de Francia para su construcción", dice el aviso publicado en Mercado Libre.
Jornada Educativa por la Memoria por "La Noche de los Lápices"
La historia de Felicitas Guerrero es tan triste como fascinante. A sus 14 años, su padre arregló un casamiento con Martín Gregorio de Alzaga, que tenía 53 años, pero era uno de los hombres más ricos del país. Tuvo un hijo que murió por la fiebre amarilla, volvió a quedar embarazada y su segundo hijo nació muerto. Al año siguiente falleció su esposo y quedó viuda a los 26 años. Pretendientes no le faltaban, todos la buscaban por su belleza y, también, fortuna.
Enrique Ocampo era uno de sus candidatos. Todos los días le escribía una carta de amor. Sin embargo, Felicitas se enamoró de Manuel Saénz Valiente, un terrateniente adinerado. El 30 de enero de 1872 Ocampo fue a visitarla a su casa de Barracas, le pidió hablar a solas y, cuando se enteró que no era correspondido, la mató. Sus padres construyeron la iglesia Santa Felicitas, con un museo y una escultura. Cuenta la leyenda que por las noches se aparece y llora.
Los padres de Felicitas no tenían consuelo, y decidieron construir este castillo en Domselaar. Allí están todos los recuerdos de esa historia de amor que terminó en el "primer femicidio argentino", según dicen algunos.