El avance tecnológico en el sector generó que la mayoría de los aparatos utilicen almacenadores de Litio-Ion (Li-Ion), mucho más eficientes que sus antecesoras de Níquel-Metal (NiMH) o Níquel-Cadmio (NiCd), pero con sus propias particularidades. Someterlas al mismo trato que una batería basada en Níquel no sólo es innecesario, sino que puede reducir su vida útil.
A continuación Matías Plaul, Gerente de producto de Banghó, nos revela mitos y verdades sobre las baterías Li-Ion para asegurar el buen funcionamiento y durabilidad de los equipos:
Definitivamente, los cargadores no homologados por el fabricante pueden dañar la batería considerablemente y también al equipo, cualquier exceso de voltaje puede dañar una parte sensible de nuestra notebook, ya sea un circuito o una soldadura.
Al alcanzar el 100% de carga, el cargador detecta que la temperatura de la batería se encuentra entre 50º o 60ºC, en ese momento detiene la carga hasta que la temperatura descienda a los 48ºC. Si en este punto se detecta descarga, se iniciará el ciclo nuevamente.
Además, cuando la batería alcanza la totalidad de la carga (100%), un circuito de protección integrado (control de carga) interrumpe la energía evitando su desgaste.
Las que permanecieron descargadas por un período de tiempo prolongado sufrirán daños en sus celdas internas. La manera correcta de guardar una batería sin que sufra acción del tiempo es guardarla en un lugar fresco y sin humedad con el 40% de su carga.
Ninguna batería Li-Ion actual requiere cargas superiores a 8 horas, independientemente de las circunstancias.
Se debe evitar descargar la batería a niveles por debajo de 5% dado que esto daña parcialmente la batería, es aconsejable proveer de cargas periódicas y mantener un rango del 20% al 30% de carga, antes de realizar una carga del 100%.
Dejarla conectado de manera constante es perjudicial para todos los dispositivos, pero principalmente para las computadoras portátiles. El calor va disminuyendo la resistencia de la batería, lo que afecta su vida útil. En el caso de estar conectada a la corriente de manera constante, su capacidad puede disminuirse en un 30% en un año.
La composición de las baterías de Litio-Ion hace preferibles las descargas parciales a una completa. De hecho, recibir la descarga completa de energía regularmente, puede generar fallas en la batería.
Los puertos de la computadora no siempre mantienen el amperaje requerido de manera constante, es por esto que puede tomar hasta tres veces obtener una carga completa.
Las baterías de Li-Ion cuentan con un sistema que corta el paso de energía cuando la carga está completa. Esto evita peligros tales como incendios, que sí eran reales con las baterías de níquel.