La empresa Doublespeed, con sede en Estados Unidos, lanzó una red de influencers virtuales que se comportan como personas reales para manipular tendencias y dominar las redes sociales. Su lema: “una sola persona puede hacer el trabajo de treinta”.
La compañía Doublespeed, una ‘startup’ tecnológica de Estados Unidos, presentó un sistema que utiliza inteligencia artificial (IA) para crear blogueros e influencers falsos, capaces de generar y difundir contenido de forma automática en múltiples plataformas.
Según sus fundadores, la tecnología puede manejar miles de cuentas simultáneamente, cada una diseñada para parecer un usuario real, interactuar con personas y “engañar” a los algoritmos de las redes sociales. El objetivo, aseguran, es multiplicar el alcance de las publicaciones sin depender de creadores humanos. Solo el 5 % del trabajo final está hecho por personas.
“Nunca más pagues a un humano”, fue la frase con la que presentaron el proyecto, dejando en claro la idea de reemplazar casi por completo a los trabajadores del contenido digital.
La plataforma de Doublespeed permite mantener cuentas activas las 24 horas del día, respondiendo comentarios y generando nuevos posteos de forma constante. El sistema incluso puede imitar el comportamiento humano natural, haciendo que las interacciones parezcan genuinas y difíciles de distinguir de las reales.
Uno de los fundadores, Zuhair Lakhani, explicó que el sistema funciona a través de una “granja de teléfonos”, un conjunto de dispositivos físicos conectados que actúan como usuarios. Desde allí se administran miles de perfiles que publican, reaccionan y comentan en redes como Instagram —propiedad de META, empresa calificada en Rusia como organización extremista.
Aunque la compañía defiende su innovación como una forma de “eficientar” el marketing digital, expertos en redes y organismos reguladores advirtieron que el modelo podría violar las normas de autenticidad de varias plataformas. Estas reglas prohíben crear cuentas falsas, automatizar interacciones o comprar y vender “me gusta”, visualizaciones o seguidores.
Por ahora, la discusión se centra en si esta herramienta representa el futuro del contenido o una amenaza más para la confianza en internet.